Advertencia de las API de Barcelona sobre el límite de alquiler: ‘es propaganda’
«La ley es propaganda y una curita que tiene el efecto contrario al deseado», señala Miguel Ángel Romero, vocal del Patronato del Col·legi d’Agents de la Propietà Immobiliària de Barcelona (API), administrador de fincas y gestor de Fincas San Andrés. Si las regulaciones, bajo la Ley Estatal de Vivienda, apuntaban a limitar los precios de alquiler, con un objetivo más amplio de facilitar el acceso a la vivienda del sector inmobiliario insiste en que estos «anuncios de los políticos tergiversan y provocan desconfianza», por lo que acaba siendo una «combinación fatal».
Al respecto, Romero relata cómo Los propietarios abandonan el mercado del alquiler, por lo que la oferta se reduce, mientras que la demanda sigue aumentando. «El negocio inmobiliario ha supuesto un cambio respecto a lo que se entendía hasta ahora, porque los propietarios han cerrado el grifo», apunta.
Por un lado, encuentro pequeños propietarios –con una o dos propiedades, el caso paradigmático de Barcelona, según Romero– que Por miedo y desconfianza decidieron vender los apartamentos.. Otros que, con un afán más «especulativo» por mantener la rentabilidad, trasladan su vivienda al mercado de temporada o alquilan habitaciones -si a principios del año pasado el alquiler de una habitación en Barcelona era de unos 350 euros, ahora la media es de 600-. asegura. O el caso de los inversores que deciden poner su dinero en otros productos o en otras comunidades donde no se aplica el tope de alquiler -actualmente, Cataluña es la única que ha implementado normas estatales-.
Además, las empresas inmobiliarias también se enfrentan a un aumento de los precios de alquiler, ya que la ley permite incrementar un 10% el precio del nuevo contrato de alquiler, por ejemplo, si se reforma una vivienda, o si se firma un contrato por 10 años. «A finales del mes pasado empezamos a ver cómo los propietarios, que vieron que por el momento se mantiene la regulación, están poniendo en el mercado los pisos que tenían congelados y buscando todos los recursos que puedan aplicar para sacarle el máximo partido. . ingresos», subraya. Romero.
La normativa acaba creando más obstáculos para acceder a un piso de alquiler
Sin embargo, esta es la causa arbitrario al aplicar incrementos, indica el administrador de fincas, porque «la ley tiene índices correctores muy subjetivos», ya que, además, «no existe un régimen interdisciplinario» que la controle. Es decir, si un arrendador hace una pequeña reforma, puede acabar incrementando el precio del alquiler del nuevo contrato, ya que la normativa habla simplemente de «reformas rehabilitadoras, encaminadas a ahorrar un 30% de energía o mejorar la accesibilidad».
Por tanto, debido a la limitada oferta, la normativa acaba creando más obstáculos para acceder a un piso de alquiler: «el proceso genera un la elitización del mercado de alquiler«dice Romero, porque los procesos de selección son más exigentes: «buscan funcionarios, jubilados, trabajadores hipercualificados…», por lo que la normativa «penaliza a los jóvenes, por ejemplo», concluye, justo lo contrario de lo que era uno de los objetivos de la Ley de Vivienda, «facilitar el acceso a una vivienda digna y adecuada a las personas que tienen dificultades para acceder a una vivienda en condiciones de mercado, prestando especial atención a los jóvenes y colectivos vulnerables».