Adopta Impatiens, la flor de mil colores que aporta una frescura loca.
Este verano aún hay tiempo para disfrutar de una floración abundante y diversa, ya sea en el jardín o en casa. Descubramos la Impatiens, una planta fascinante en muchos sentidos que ofrece un festival de colores y formas.
También conocida como impatiens o bálsamo, la Impatiens de Nueva Guinea es una planta herbácea y anual exótica que se puede cultivar en cualquier lugar de la casa y del jardín: en macetas, contenedores, jardineras, invernaderos, en el balcón, en la terraza, en una pared verde o en macizos de flores. Las hojas de esta planta tienen la particularidad de ser semitranslúcidas, pero son principalmente las flores planas y asimétricas con una apariencia redonda y delicada las que la hacen famosa. Y por una buena razón, los colores que muestra de primavera a otoño son innumerables: blanco, violeta, rosa, rojo, naranja, amarillo, salmón. Algunas variedades también pueden presentar combinaciones de colores con patrones de dos tonos o variados. ¡Impatiens es, por tanto, como la planta de mil colores!
Si Impatiens es una planta que brilla en los meses de verano, solo aprecia moderadamente el pleno sol y la sequía. Se debe plantar en un suelo fresco y drenante que se riega regularmente, bien resguardado del viento, con exposición a tresillo o en semisombra. Cultivada en macetas, prefiere crecer en un contenedor pequeño. Sus raíces no temen sentirse apretadas y en esta configuración la planta florece mejor.
En épocas de calor, no lo dudes. Riega Impatiens dos o tres veces por semana, especialmente cuando es probable que esté expuesto al sol durante varias horas durante el día. El tubérculo no debe permanecer mojado durante más de una hora. Para evitar un exceso de agua que podría provocar la propagación de enfermedades como la podredumbre gris, vacía el plato para facilitar el drenaje y aireación del sustrato.
Dos meses después de la siembra, se recomienda darle a Impatiens un fertilizante específico para plantas con flores en un rango de 3 semanas, a excepción del invierno, cuando la planta no tolera muy bien temperaturas inferiores a 10°C. Para permitir que florezca profusamente cada año, retire todas las flores marchitas y riegue regularmente. ¡Disfrutarás de magníficas flores de colores desde la primavera hasta el otoño!
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