Transferencia de habilidades de trabajo social beyond social sector.
Por Peter Nduwayesu Buturo
Los trabajadores sociales son conocidos por su dedicación a brindar apoyo esencial a personas y familias necesitadas, y a menudo enfrentan situaciones desafiantes con compasión, profesionalismo y una profunda comprensión del comportamiento humano. Pero lo que muchos quizás no se den cuenta es que las habilidades adquiridas en la práctica del trabajo social son altamente transferibles a una amplia gama de industrias fuera del campo tradicional del trabajo social. A medida que el mundo laboral evoluciona, la demanda de profesionales con estas habilidades aumenta en todos los sectores.
Ya sea en los negocios, la salud, la educación o la tecnología, la experiencia desarrollada a través del trabajo social es cada vez más valorada y buscada. Estas habilidades incluyen:
- Habilidades interpersonales: Los trabajadores de primera línea son expertos en afrontar situaciones sociales, tanto positivas como negativas. Su capacidad para comprender las necesidades de los demás, ser compasivos, pacientes y resolver conflictos es extremadamente importante y puede permitirles fomentar relaciones positivas y generar resultados exitosos en cualquier entorno profesional.
- Habilidades de comunicación: La comunicación efectiva está en el corazón de la práctica del trabajo social. Los trabajadores sociales tratan y trabajan con personas que a menudo son sensibles y vulnerables y enfrentan desafíos importantes, por lo que comunicar claramente sus intenciones es una habilidad vital que desarrollan a lo largo de sus carreras. Hablar en público, negociar, escuchar activamente y escribir de forma eficaz son habilidades deseables que los trabajadores sociales pueden transferir eficazmente a otros campos.
- Habilidades de pensamiento crítico: Los trabajadores sociales también están altamente capacitados para evaluar situaciones complejas. Para ayudar a otros a resolver problemas, confían en sus habilidades de pensamiento crítico para analizar situaciones y tomar decisiones lógicas. Estas habilidades son directamente transferibles a una variedad de roles, como gestión de proyectos, servicio al cliente o administración de atención médica, donde analizar desafíos e implementar soluciones efectivas es esencial.
- Habilidades organizativas: Éstos son una parte clave de la «caja de herramientas» de un trabajador social. De la mano de las habilidades organizativas está la capacidad de planificar de forma eficaz. Como dice el viejo refrán: “Si no planificas, planeas fracasar” – y en el mundo del trabajo social, una mala planificación puede costar vidas.. Asignar tiempo para la administración, tomar notas detalladas, gestionar horarios, realizar un seguimiento del progreso y priorizar las tareas son capacidades que muchos empleadores fuera del trabajo social buscarán.
- Habilidades técnicas: El mantenimiento de registros y el mantenimiento de registros son cruciales en el trabajo social porque nunca se sabe cuándo podría ser necesaria esta documentación en el futuro. El dominio de los trabajadores sociales en habilidades informáticas, como mantener una base de datos digital y producir informes y hojas informativas, es valioso en una variedad de carreras alternativas.
- Manejo del estrés habilidades: A los trabajadores sociales de primera línea se les pide constantemente que se ocupen de crisis tanto previstas como imprevistas. Ya sea que se trate de afrontar un problema familiar complejo, manejar una emergencia o responder a otros desafíos inesperados, están capacitados para mantener la calma y pensar rápidamente en circunstancias difíciles. Esta es una habilidad invaluable que es transferible a cualquier otro campo de actividad.
Además de ser afables, identificables y tener buenas habilidades interpersonales, los trabajadores sociales deben poder trabajar bajo presión y cumplir con los plazos. Deben poder cooperar y colaborar con otras agencias y no permitir que las exigencias de su trabajo los abrumen. Para hacer todo esto de manera efectiva y eficiente, los trabajadores sociales deben estar bien organizados y planificar su trabajo meticulosamente, necesitan mejorar sus habilidades de comunicación y desarrollar resiliencia.
Estos conjuntos de habilidades son fácilmente transferibles a carreras alternativas, incluidos roles como consejero escolar o líder de protección, analista de políticas o asistente político, oficial de recursos humanos o entrenador de vida. La clave para una transición exitosa a estas áreas radica en reconocer las fortalezas y la experiencia desarrolladas a través del trabajo social y alinearlas estratégicamente con los requisitos específicos del rol elegido.
La tecnología y los empleos están cambiando más rápido que nunca. Ampliar y actualizar continuamente su conjunto de habilidades es crucial para mantenerse adaptable ante estos cambios. Tanto sus pares como sus líderes consideran que las personas con habilidades transferibles son más flexibles, motivadas y avanzadas. Todo el mundo debería adoptar el aprendizaje permanente porque no sólo fomenta una mentalidad de crecimiento, sino que también genera la resiliencia necesaria para superar los inevitables desafíos y reveses de la vida.
A medida que las organizaciones priorizan cada vez más la inteligencia emocional, la resolución de problemas y la colaboración, los trabajadores sociales se encuentran en una posición única para aportar un valor significativo a una amplia gama de campos.
Sobre el autor
Peter Nduwayesu Buturo Es originario de Kampala, Uganda. Vive en Birmingham, Inglaterra. Después de obtener una licenciatura en Trabajo Social de la Universidad de la ciudad de Birmingham, comenzó una carrera como trabajador social y cuidador de crianza. En 2020, Peter comenzó su propio negocio y fundó Bold Leap, donde brinda cuidado y apoyo a niños bajo cuidado en un entorno residencial y de alojamiento con apoyo. También es autor de Trabajo social y más allá.