Al menos 30 personas perdieron la vida debido a las tormentas y fuertes lluvias que azotaron Centroamérica el pasado fin de semana. Miles de personas tuvieron que ser evacuadas, mientras que los ríos se desbordaron, las viviendas fueron destruidas, se produjeron deslizamientos de tierra y comunidades enteras quedaron aisladas.
En El Salvador, se reportaron 19 muertes, incluyendo seis menores de edad. Además, 3,087 personas se encuentran en albergues, según informó el director de Protección Civil. Las autoridades han declarado alertas roja y naranja en diferentes partes del país ante la continuación de las lluvias.
En Guatemala, el número de fallecidos asciende a 10, con cerca de 11,000 evacuados y 380 personas en refugios temporales. Se han reportado graves daños en 300 viviendas y la destrucción de cuatro puentes.
Honduras informó de una muerte y más de 1,200 evacuados, con 180 comunidades aisladas y 22 viviendas destruidas. En México, unas 80 personas fueron evacuadas de un hospital infantil en Oaxaca, mientras que las lluvias han comenzado a restaurar las represas afectadas por la sequía en todo el país.
Según los meteorólogos, las lluvias se deben a vaguadas de baja presión y a una vaguada monzónica que trae aire húmedo. Este sistema se fortaleció a partir de los remanentes de la tormenta tropical Alberto. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos pronostica que las fuertes lluvias continuarán en el sur de México y el norte de Centroamérica hasta el viernes.
