En total, se detuvieron a cuatro personas y otra, residente en la capital vizcaína, fue imputada como investigador.
Más de 10 toneladas de bronce sustraídas a una empresa de Viana fueron localizadas en un desguace de Bilbao, en una operación en la que fueron detenidas cuatro personas y una quinta, residente en la capital vizcaína, fue imputada ante los investigadores como presunto autor de un delito de recepción.
La Guardia Civil de Navarra esclareció una serie de robos con fuerza en cosas que tuvieron lugar en una empresa situada en Viana (Navarra). Entre el 24 de febrero y el 15 de marzo de 2024, los autores sustrajeron más de 10 toneladas de bronce, distribuidas en piezas de entre 20 y 50 kg, utilizando la técnica del botón para acceder al interior de la nave industrial. El valor de los objetos robados se estimó entre 80.000 y 100.000 euros.
Con esta operación, denominada «Operación Bronce», se desarticuló el grupo criminal compuesto por cuatro hombres de entre 21 y 34 años, de nacionalidad rumana y residentes en Pamplona (Navarra), como presuntos autores de tres delitos de robo a mano armada y pertenencia a una delito. grupo. Además, un hombre de 47 años, de nacionalidad española, residente en Bilbao (Bizkaia) y propietario de un centro de reciclaje, fue imputado como autor de un delito de receptación.
Según la Guardia Civil, las investigaciones establecieron que los delitos fueron cometidos por un grupo criminal organizado, especializado en el robo y comercio de metales, que operaba con una logística cuidadosamente planificada. Utilizaban vehículos ligeros para transportar las piezas robadas y contaban con una estructura piramidal liderada por un ciudadano de origen rumano con antecedentes por delitos similares.
Durante los controles técnicos visuales realizados en la empresa asaltada, los agentes recogieron herramientas utilizadas para perforar las paredes, así como imágenes de las cámaras de seguridad que captaron parcialmente los movimientos de los autores. Además, se comprobó que los responsables sólo estaban interesados en las piezas de bronce, ignorando por completo la sede administrativa de la empresa.
El material sustraído fue localizado tras gestiones en el mercado de reciclaje de metales. La investigación condujo a un depósito de chatarra de Bilbao, donde el bronce robado estaba almacenado en contenedores y escondido bajo sacos. Los agentes recuperaron 10.625 kilogramos de material y procedieron a investigar al responsable del establecimiento por delito de recepción, al comprobar que la empresa adquirió las piezas sabiendo su procedencia ilícita.
El análisis de los registros de seguridad y la documentación proporcionada por el desguace reveló que los perpetradores utilizaron identidades y matrículas falsas para intentar introducir el material de contrabando en el circuito legal. Las pruebas incluían albaranes de entrega, albaranes de entrega falsificados e imágenes de los responsables durante la transacción.
Los esfuerzos de la policía permitieron identificar a varios ciudadanos rumanos como autores materiales de los robos, vinculándolos con otros delitos similares. Los líderes del grupo se encontraban en Pamplona, donde vivían y organizaban operaciones.
La operación «Operación Bronce» culminó con la recuperación del bronce robado y la destrucción del grupo criminal. Los autores fueron puestos a disposición de la justicia, Juzgado 1° No. 2 de Estella (Navarra), siendo acusado de robo con fuerza y pertenencia a grupo criminal.