1. Bacterias y moho: Estos microorganismos se acumulan en el sistema de aire acondicionado y pueden causar problemas respiratorios y alergias.
2. Virus y gérmenes: El aire acondicionado del coche puede ser un medio de transporte para virus como la gripe y resfriados, así como para bacterias que causan enfermedades.
3. Olores desagradables: La acumulación de suciedad y humedad en el sistema de aire acondicionado puede producir malos olores que se propagan por todo el coche.
4. Polvo y partículas: El aire acondicionado puede dispersar partículas de polvo y suciedad que pueden irritar las vías respiratorias y empeorar las alergias.
5. Contaminantes químicos: Algunos compuestos químicos presentes en el aire, como los gases de escape de los vehículos, pueden filtrarse a través del sistema de aire acondicionado y ser inhalados por los pasajeros, causando problemas de salud a largo plazo.
En los días calurosos, el aire acondicionado es una adición útil para muchos conductores. De esta manera, pueden evitar las altas temperaturas que se sienten en el exterior. Lo que mucha gente no sabe es que el aire acondicionado puede propagar sustancias desagradables en el interior del vehículo, algo de lo que la Asociación Internacional de Conductores está alerta. «¿Crees que el sistema de aire acondicionado de tu auto simplemente sopla aire fresco y acondicionado para que tu viaje sea más cómodo? Eso es solo la mitad de la historia», afirma Dominic Wyatt. Por lo tanto, ten en cuenta las sustancias que se expulsan con el aire frío y qué debes hacer para solucionar el problema.
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1 – Monóxido de carbono
Más siniestra y potencialmente letal es la presencia de monóxido de carbono en sistemas de aire acondicionado defectuosos. Si el sistema de escape tiene fugas y el coche está en una zona mal ventilada, este gas puede entrar en el habitáculo y en el sistema de aire acondicionado, provocando dolores de cabeza, mareos, náuseas o, peor aún, intoxicación.
2 – Humo y residuos de nicotina
Para los fumadores, el aire acondicionado del automóvil puede hacer recircular el humo y los residuos de nicotina, convirtiendo el vehículo en un ambiente dañino de «humo de segunda mano». Si estas partículas se acumulan en las rejillas de ventilación, a largo plazo pueden provocar enfermedades pulmonares, problemas cardíacos y cáncer.
3 – Piel muerta y células ciliadas
«Casi cada respiración que se respira en un ambiente cerrado como un automóvil contiene partículas flotantes e invisibles de células muertas de la piel y cabello», señala Dominic Wyatt. Señalando que es algo que genera un olor desagradable.
4 – Partículas de comida
Ya sea un asado caído, un café derramado o partículas de la pizza que comimos en la carretera, las partículas y los restos de comida permanecen en el automóvil y entran al sistema de aire acondicionado. Pueden crear olores desagradables y ser un caldo de cultivo para bacterias dañinas.
5 – Fugas de refrigerante
De hecho, las fugas de refrigerante pueden representar un peligro grave si se inhalan durante largos períodos de tiempo. También pueden causar irritación de la piel y los ojos. Lo que es más alarmante es que la exposición grave puede provocar problemas cardíacos o daños al sistema nervioso.
¿Qué hacer?
Para evitar todo esto, debes realizar un mantenimiento periódico del sistema de aire acondicionado de tu coche. Lo cual será importante para la reducción de estos organismos y sustancias. Dominic Wyatt recomienda limpiar el sistema de aire acondicionado con regularidad, reemplazar los filtros cada 10,000 a 15,000 millas y usar purificadores para eliminar las partículas nocivas del aire entrante. «No subestimes la importancia del aire limpio en tu coche», aconseja Wyatt. «No solo hace que la experiencia de conducción sea más agradable, sino que también minimiza los posibles riesgos para la salud», concluye.
Fotos: Shutterstock
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