Violencia en Bangladesh: tres muertos y decenas de heridos
Al menos tres personas han fallecido y decenas han resultado heridas desde la madrugada del domingo, cuando se reavivaron los disturbios en varias partes de Bangladesh en medio de protestas que comenzaron a principios del mes pasado contra un sistema de cuotas laborales ya suspendido después de días de relativa calma, que han recuperado fuerza y ahora tienen como objetivo principal al gobierno.
Los peores enfrentamientos ocurrieron en la ciudad de Munshiganj, cerca de la capital, Dhaka, donde los movimientos estudiantiles que lideraban las protestas se enfrentaron con simpatizantes del partido gobernante, la Liga Awami, y su ala juvenil, Chhatra Liga. El periódico «Protom Alo» confirmó al menos dos fallecidos y cincuenta heridos.
El tercer fallecido confirmado fue un líder juvenil del Gobierno, identificado como Mehedi Hasan, quien falleció en la ciudad de Magura, a 175 kilómetros al sureste de la capital, según fuentes de seguridad afiliadas a la cadena británica BBC. También se han reportado enfrentamientos en varios distritos de la capital y ciudades como Chittagong.
Mientras tanto, los operadores de telecomunicaciones informaron a TBS News y The Daily Star que se les ha ordenado suspender las comunicaciones por Internet 4G, lo que podría ser un indicio de nuevas restricciones como las impuestas durante el apogeo de las protestas antigubernamentales para funcionarios públicos.
Las protestas no se centraron en el sistema de cuotas, que reservaba hasta el 30 por ciento de los escaños para descendientes de combatientes de la Guerra Revolucionaria; criterio que los estudiantes consideraron discriminatorio, para luego enfocarse en la primera ministra del país, la historiadora Sheikh Hasina, y denunciar una represión policial que dejó entre 147 y más de 200 muertos (según el Gobierno o activistas) durante las protestas del mes pasado.
Hasina se ofreció a dialogar con los manifestantes, pero los organizadores de la protesta rechazaron su oferta y en su lugar exigieron una disculpa pública, el castigo a los responsables de la represión y la destitución de varios ministros, incluidos los de Interior, Educación y Justicia.
En este contexto, la Corte Suprema del país consideró innecesario ordenar a la Policía no utilizar fuerza letal, al entender que las leyes del país ya lo especifican por sí solas.
El tribunal rechazó una petición presentada por dos jueces del Tribunal Superior, Manzoor Al Mateen y Ainunnahar Siddiqa, quienes consideraron esencial establecer por escrito de manera aún más específica que las fuerzas de seguridad tienen terminantemente prohibido abrir fuego contra manifestantes, dadas las numerosas acusaciones realizadas por organizaciones humanitarias y los propios activistas.
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