Utilizan un combustible sin precedentes y tienen visión de futuro.
Después del furor causado por un modelo con un potente motor, Porsche desarrolló un extraño motor virtual. Utiliza un combustible sin precedentes y está claro cuál será su futuro. La empresa alemana tiene muy bien definidos sus objetivos de electrificación. Para 2030, quieren que el 80% de sus ventas sean vehículos eléctricos. Sin embargo, esto no significa que la compañía se acerque únicamente a esta tecnología, ya que entre sus planes también está probar nuevas soluciones menos contaminantes que los combustibles fósiles.
Como fabricante de automóviles deportivos de lujo, vehículos deportivos utilitarios y sedanes, Porsche busca brindar a sus clientes piezas de calidad superior dedicadas al refinamiento y al servicio de primera calidad. La forma de seguir cumpliendo su misión, en el contexto de la descarbonización, es investigar nuevas opciones de movilidad. Cabe señalar que Porsche es parte de El grupo Volkswagen que a su vez es propiedad mayoritaria de Porsche Automobile Holding SE.
En 2021, contaba con una plantilla de 36.996 empleados, con unos ingresos declarados de 33.138.000.000 €, un beneficio operativo de 5.314.000.000 €, un beneficio neto de 4.038.000.000 €, un activo total de 51.000.000 € de euros y una producción total de 190.000 euros, 190.000 euros. Incluso ubicada en un lugar privilegiado de la industria automotriz, la empresa intenta seguir marcando la diferencia con un extraño motor virtual. Utiliza un combustible sin precedentes que muchos asocian con el futuro.
Porsche investiga el motor de hidrógeno, un combustible que no pasa desapercibido
Ingeniería Porsche investiga el uso de Motores de hidrógeno con un V8 «virtual» de 598 CV. Se analizó el potencial de los motores de combustión de hidrógeno con un V8 alimentado con esta sustancia, una alternativa a los motores de gasolina con máximas prestaciones, pero con una reducción de emisiones contaminantes. Esta división de motores analiza las posibilidades que podría ofrecer el hidrógeno, pero no con una pila de combustible, sino en motores de combustión interna.