Una combinación fatal para el medio ambiente: la deforestación y la contaminación.
La organización WWF advierte firmemente en contra de la proliferación de plantas de BIOGÁS en el entorno de Hoces de Riaza. Además, exigen una planificación estratégica para este sector en las zonas rurales.
Han anunciado que presentarán denuncias ante la Junta de Castilla y León por el proyecto Fuentelcésped, cuyo estudio de impacto ambiental está en fase de información pública. También lo hicieron con el estudio de impacto ambiental de otro proyecto de central eléctrica de BIOGÁS en la localidad vecina de Milagros.
Contra el biogás y las macrogranjas: acusaciones muy necesarias
Nuevos proyectos de centrales eléctricas están surgiendo en la ribera del Duero en Burgos. La presencia de una macro granja de cerdos ha encendido las alarmas. En Fuentelcésped, los vecinos convocaron una concentración en respuesta a la reactivación del Proyecto Planta de Biometano.
Y está previsto otro proyecto de instalación de gas en la vecina localidad de Milagros, que no cumple con la normativa medioambiental. Por lo tanto, hacemos un llamado urgente a una planificación estratégica para el sector de la salud en zonas rurales que garantice la durabilidad.
La organización denuncia la falta de transparencia de las administraciones respecto a la expansión del sector de BIOGÁS en España y la falta de información y participación social de las comunidades locales en algunas zonas rurales, como las riberas del Duero en Burgos.
Proyectos de plantas de BIOGÁS en Fuentelcésped, impulsados por la empresa Agrocircular SL, y en Milagros, impulsados por la empresa Milagros Bioenergy SL, se encuentran cerca del Parque Natural de las Hoces del Riaza.
En este sentido, la organización presentará alegaciones ante la Junta de Castilla y León sobre el proyecto Fuentelcésped, cuyo estudio de impacto ambiental está en fase de información pública.
Y la semana pasada, en el caso de Milagros, presentaron acusaciones ante el Estudio de Impacto Ambiental por no cumplir con la normativa ambiental vigente al no respetar la distancia mínima de 2 kilómetros del límite del centro urbano.
Además, advierten del riesgo de repetir errores e impactos ambientales y sociales debido a la falta de planificación territorial, lo que ya está generando un fuerte rechazo a estos proyectos en diferentes puntos de España.
La utilidad del BIOGÁS en la transición energética se limita a la existencia de residuos orgánicos, principalmente de granjas intensivas de cerdos, que se aprovechan para generar energía. Sin embargo, el problema radica en el gran número de macroexplotaciones existentes en algunas zonas de España y su importante impacto ambiental y social.
Una solución sostenible a un problema insostenible
Estas plantas de BIOGÁS se presentan como una solución sostenible a las macroexplotaciones insostenibles y como una alternativa en la transición energética. Por lo tanto, sostienen que es necesario una adecuada planificación territorial antes de seguir llenando el territorio de proyectos individuales y privados.
Esta solución debe incluir un amplio debate sobre el modelo de explotación porcina industrial y sus problemáticas, para determinar la capacidad de carga de cada territorio considerando criterios ambientales, sociales y económicos. Solo a través de esta planificación será posible determinar la utilidad y la ubicación adecuada de las plantas, así como los objetivos a perseguir.
No se puede implementar instalaciones de BIOGÁS como solución al impacto de las granjas industriales sin antes limitar el crecimiento de estas granjas. Es necesario aplicar estrictamente el principio de «quien contamina paga» para evitar efectos no deseados como la contaminación y el aumento de nitratos.
Es fundamental garantizar la transparencia y la participación real de la población local en el desarrollo de infraestructuras como estas, con potencial impacto en su calidad de vida y en la creación de empleos verdes en las áreas respectivas, evitando así la crisis de despoblación rural.