Un grupo de cien estudiantes de escuelas públicas de la Comunidad de Madrid lanzan un globo sonda para investigar la estratosfera.

Esta iniciativa tuvo lugar en el Castillo de Coca, en la provincia de Segovia. En esta segunda edición, los alumnos contaron con la colaboración de científicos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), técnicos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y otros divulgadores que actuaron como mentores en los centros participantes, colaborando en el diseño y preparación de los experimentos.
El programa comenzó en marzo e incluyó una formación de 10 horas para los docentes responsables de cada equipo, donde recibieron información sobre las preguntas de investigación y la parte práctica de la experiencia. Luego, estos contenidos se trabajaron en las aulas, culminando con el lanzamiento del globo sonda.
La carga útil del dispositivo contenía experimentos de una docena de equipos de los centros participantes: IES Manuela Malasaña e IES Miguel Hernández de Móstoles; el IES Carmen Conde de Las Rozas de Madrid; CEIPSO Isabel la Católica de Navas del Rey; IES Galileo Galilei de Alcorcón y los institutos públicos Príncipe Felipe, San Isidoro de Sevilla, Alameda de Osuna, Cervantes, Tetuán de las Victorias, Barajas y Juan de la Cierva de la capital. Este último era responsable de las operaciones de vuelo y telemetría.
El globo ascendió hasta 24.600 metros, más del doble de la altura a la que vuela un avión comercial, donde explotó por la diferencia de presión y descendió con la ayuda de un paracaídas en la localidad de Cabañas de Polendos, a 50 km del punto de despegue. El vuelo duró 1 hora y media y se transmitió por telemetría cada 10 segundos, a través de la red de radioaficionados y por Internet. El seguimiento se realizó desde lugares tan lejanos como Santiago de Compostela, Navarra y Jerez de la Frontera. Además, una cámara tomó fotografías durante el vuelo.
Los experimentos incluidos en el globo abarcaron desde el estudio del comportamiento extremo de semillas, plantas, bacterias, líquenes, insectos, pequeños crustáceos y criaturas microscópicas, hasta la medición de gases, radiación, calidad y densidad del aire, así como otros parámetros atmosféricos. También se observaron temperaturas de 50 grados bajo cero en la tropopausa, que es la zona de transición entre la troposfera y la estratosfera, hacia la capa de ozono donde se alcanza la máxima altitud.
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