Un ciudadano español cuestiona a las autoridades sobre la contaminación causada por la cría de cerdos.

Un ciudadano español cuestiona a las autoridades sobre la contaminación causada por la cría de cerdos.

Los residentes locales tienen un temor excesivo de consumir agua de los pozos cercanos o incluso de abrir las ventanas debido a la proximidad de las granjas de animales. Por primera vez, un grupo de ciudadanos españoles ha emprendido acciones legales contra las autoridades nacionales y regionales debido a las prácticas de cría intensiva de cerdos, que han generado una contaminación ambiental significativa y han puesto en peligro la salud de la comunidad. Esta es la primera vez que un tribunal europeo revisa un caso sobre el impacto de los derechos humanos de los animales intensivos en las fuentes de agua. En la región gallega de A Limia, cientos de cerdos intensivos y aves de corral dependen de lo que se considera un sello de aprobación de las autoridades locales para operar.

La legislación nacional y europea exige a las autoridades proteger la salud y el bienestar de los residentes locales, y los solicitantes argumentan que este principio debe determinar si las instalaciones de la agricultura industrial están autorizadas. Sin embargo, las condiciones de vida en la zona se han vuelto tan alarmantes que los residentes temen beber agua de sus pozos locales o abrir las ventanas debido a las granjas de animales cercanas. En algunos casos, incluso se ha contaminado el suministro de agua municipal.

«Estamos tan preocupados por la contaminación que incluso la idea de acercarnos al tanque se ha vuelto imposible», afirma Pablo Álvarez Veloso, presidente de la Asociación Local de Vecinos y solicitante en este caso. «Nuestras autoridades locales afirman que el agua está en ‘buen estado’, pero en realidad es tóxica», agrega.

Los residentes locales han tomado medidas legales ante el Tribunal Superior de Justicia en Galicia debido a la falta de respuesta de las autoridades locales. El apoyo de organizaciones ambientales como Clientearth y Amigos de la Tierra España respalda a los solicitantes en este caso. La contaminación generada por estas instalaciones intensivas podría provocar cáncer y otras enfermedades graves, lo que ha llevado a los residentes a vivir con miedo y afrontar riesgos para su salud.

A pesar de los claros riesgos para la salud pública, las autoridades locales continúan otorgando permisos para nuevas granjas, a pesar de estar en contra de la legislación nacional y europea. Esta violación a los derechos de los residentes ha provocado una situación diaria de peligro para la salud y el bienestar de la comunidad. Las autoridades regionales gallegas han expresado su compromiso de trabajar en soluciones sostenibles para el sector porcino, pero los residentes continúan luchando por un ambiente seguro y saludable para todos.

FUENTE

nuevaprensa.info

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