Tratamiento del cáncer de próstata: la opción de no actuar
Los riesgos de efectos secundarios y complicaciones del tratamiento del cáncer de próstata son significativos y continúan durante años después de finalizar el tratamiento, según la revisión integral más grande realizada por SWOG Cancer Research Network (Estados Unidos) que informa sobre los riesgos a largo plazo de dicho tratamiento relativo a los riesgos que enfrenta un grupo de control de hombres no tratados.
En los 12 años posteriores al tratamiento, los hombres cuyo tratamiento inicial fue una prostatectomía (extirpación total o parcial de la próstata) tenían un riesgo siete veces mayor de complicaciones urinarias o sexuales que los hombres no tratados. En el caso de los hombres cuyo primer tratamiento fue radioterapia, el riesgo de estas complicaciones era casi tres veces mayor que el de los hombres no tratados. Además, los hombres del grupo de radioterapia enfrentaron un riesgo tres veces mayor de diagnosticar cáncer de vejiga.
El informe sostiene que los hombres necesitan tener acceso a cifras de riesgo como estas a la hora de decidir si hacer pruebas de detección de cáncer de próstata. «Este estudio representa un desafío importante para todos los médicos, quienes necesitan brindar esta información a los pacientes antes de iniciar el proceso de extracción de sangre para la prueba de PSA», señala. El autor principal del artículo, Ian M. Thompson, del Sistema de Salud CHRISTUS Santa Rosa y el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio. La prueba de PSA mide el nivel de una proteína llamada antígeno prostático específico en la sangre.
Uno de los desafíos para determinar el riesgo de efectos adversos del tratamiento del cáncer de próstata es que para algunas de estas afecciones, como la disfunción eréctil, la incidencia aumenta con la edad. Por lo tanto, sólo se puede determinar una verdadera medida del riesgo comparando a los hombres tratados por cáncer de próstata con hombres no tratados de una edad similar en la población general. El estudio, publicado en «JAMA Oncología» hace precisamente eso.
«Los estudios anteriores sobre las complicaciones del tratamiento del cáncer de próstata tenían muestras pequeñas, un seguimiento limitado o la ausencia de un grupo de control válido. Nuestro estudio se distingue por un largo seguimiento de hasta 12 años, que revisó un amplio espectro de complicaciones clave. Fundamentalmente, pudimos comparar a los hombres tratados con un grupo de control representativo de hombres no tratados, que estudios anteriores no incluyeron», dice el autor principal, el Dr. José Unger.
La cuestión de la comparación con un grupo de control válido es clave, señala Unger; «Sin esto, es difícil entender el verdadero alcance de las complicaciones del tratamiento», afirma. Los investigadores estudiaron a casi 52.000 hombres que se inscribieron en uno de los dos grandes ensayos de prevención del cáncer de próstata (PCPT) y el ensayo de prevención del cáncer de selenio y vitamina E (SELECT).
Para rastrear los diagnósticos y tratamientos de los participantes, vincularon los datos del ensayo con los datos de las reclamaciones de Medicare, identificando a 29,196 participantes que tenían reclamaciones de Medicare disponibles y cumplían con otros criterios de elegibilidad. De ellos, 3.946 habían sido diagnosticados con cáncer de próstata, incluidos 655 cuyo primer tratamiento para la enfermedad fue la prostatectomía y 1.056 cuyo primer tratamiento fue la radioterapia.
Los participantes a los que se les diagnosticó cáncer de próstata pero no recibieron tratamiento (debido a que este cáncer tiende a crecer lentamente, muchos hombres optan por la vigilancia activa), junto con aquellos a los que no se les diagnosticó cáncer de próstata, sirvieron como grupo de control sin tratamiento para la comparación.
Para ambos grupos, el equipo de investigación examinó los datos de reclamaciones de Medicare en busca de casos de 10 posibles complicaciones y efectos adversos asociados con tratamiento: estenosis uretral, colocación de un esfínter urinario artificial (para incontinencia severa), colocación de una prótesis de pene, incontinencia urinaria, disfunción eréctil, cistitis por radiación, proctitis por radiación, cáncer de vejiga, cáncer de vejiga seguido de cistectomía y cáncer rectal.
Participantes en el grupo de prostatectomía tenían un riesgo de 12 años de tener al menos una de estas 10 complicaciones, que era más de seis veces (6,57) mayor que el riesgo que enfrentaban los participantes no tratados. Para los hombres en el grupo de radioterapia, su riesgo a 12 años de experimentar al menos una de las 10 complicaciones fue 3,04 veces mayor que para aquellos que no recibieron tratamiento. Además, después de 12 años, los del grupo de radioterapia tenían casi tres veces (2,78) más probabilidades que los participantes no tratados de haber sido diagnosticados con cáncer de vejiga, que suele ser mayor en aquellos que recibieron radioterapia previamente.
Los autores afirman que, Dado el beneficio incierto del tratamiento del cáncer de próstata para la mayoría de los pacientes, Estos hallazgos resaltan la importancia del asesoramiento al paciente antes del tratamiento y antes del cribado. Por lo tanto, recomiendan específicamente que se incluya información cuantitativa sobre los riesgos y beneficios del tratamiento del cáncer de próstata en las directrices nacionales de detección y tratamiento del cáncer. Actualmente, ninguna organización nacional proporciona dicha información cuantitativa en sus directrices.
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