«Hay momentos en los que no nos preguntamos si somos felices porque tenemos miedo de la respuesta». Con esta reflexión, el escritor y politólogo Josu Ahedo quiere concienciar a la ciudadanía de las «altas expectativas» que cada uno de nosotros podemos depositar en nosotros mismos a la hora de responder a esta pregunta. Que todos bajen a la tierra y nos recuerden que “las cosas, nuestro día a día, nuestro café en el bar…” son suficientes para hacernos dar cuenta de que quizás somos más felices de lo que pensamos.
Una dosis de realidad que el Doctor en Filosofía quiso dejar por escrito en el libro ‘¿Fuiste feliz durante la pandemia?’. ¿Qué más podemos cambiar después del Covid-19? (Eunsa, 2024) para ayudar a la ciudadanía a valorar “lo que tenemos” y que, una vez, “podemos perder”.
Han pasado cinco años desde los primeros días de esta crisis sanitaria que paralizó al mundo, y aunque parezca lejano, «no debemos dejar de recordar todo lo que nos ha enseñado», reflexionó.
Para conseguirlo presenta este libro que apareció «de una forma muy sencilla», admite a Europa Press. «Como todos en ese momento, la pandemia me paralizó y, como me gusta escribir y pensar, pensé que tenía que hacer algo para ayudar a la gente a superar esta crisis».
«Empecé a escribir, me dio paz, me ayudó mucho a manejar mi salud emocional y cuando terminó todo vi que había escrito 25.000 palabras, me encantó, pensé en convertirlo en un libro. , para mejorarlo. , agregar reflexiones y publicarlo fue como una terapia para mí y espero que para la gente también”.
“Pero… ¿cómo podemos hablar de felicidad si parece un tema ‘tabú’? -se pregunta el escritor-. La realidad es que nadie te pregunta si eres feliz, te preguntan cómo va todo. tú, ¿cómo te sientes? «Cómo te sientes… pero no nos atrevemos a hacer la primera pregunta porque si dicen que no, tampoco sabemos cómo ayudar».
Es más, la felicidad es algo que ni siquiera está en los “curriculums” escolares, “se habla de educación en valores, de compañerismo, de solidaridad, de respeto, de tolerancia… pero no nos damos cuenta de que si realmente estamos en este mundo es para vivir”. Felizmente y esto debería ser una materia que se enseñe en las escuelas. Deberíamos hablar más y sobre todo con más naturalidad.
Todo porque, si algo tiene claro Ahedo Ruiz es que “hay que estar contentos y difundirlo. No debemos ser egoístas. Nuestra felicidad puede ayudar a los demás y debemos transmitirla».
Aunque, como aclara, «es normal sentir que no podemos invadir la esfera privada de las personas porque es algo muy íntimo», pero podemos ayudar a los demás con una simple pregunta: «¿Cómo puedo ayudarte a ser feliz?». positivo, tanto para él como para ti.
Josu Ahedo también ha querido aprovechar estas líneas para desmontar un mito conocido por todos. «Después de la pandemia todos pensábamos que saldríamos mejores y que podíamos cambiar las cosas, pero la realidad es que no hemos cambiado nada. Perdimos una oportunidad».
Analizando cuatro factores importantes, el profesor explica también que a nivel económico seguimos siendo devorados por el capitalismo, «la gente piensa que la felicidad es dinero, cuanto más tienes, más feliz eres, pero no es así».
A nivel político, «vemos que la gestión podría haberse mejorado y el descontento ciudadano sigue siendo enorme. Deberíamos tener líderes con un espíritu positivo y empático».
Quería detenerse en este punto para lamentar que «muchas veces parece que los políticos sólo piensan en ellos mismos, en permanecer en sus asientos y no en ayudar a los ciudadanos… pero como nos enseñó el tenista Rafa Nadal con su actitud a pesar de las adversidades, Los líderes políticos deberían transmitirnos esa energía y positividad para intentar hacernos la vida un poco más fácil.
En materia de educación, continúa, “las cosas tampoco han cambiado mucho. Creo que quizás logramos cambiar algo a nivel personal, en el mundo de las emociones, porque la pandemia nos ayudó a pensar que debíamos dedicarle más tiempo. con nuestra familia.» o trabajar un poco menos para dedicarnos al ocio… nos hizo pararnos a ver qué es realmente importante.»
Por todo ello, invita a la ciudadanía a no olvidar lo que es «realmente importante». Sé que a veces no es fácil, pero tenemos que aprender a ver el vaso medio lleno, con optimismo porque, además, eso atrae y genera positividad a nuestro alrededor. «
También considera necesario «no quejarnos tanto». La pandemia me ayudó mucho con esto. Fue muy difícil, murieron miles de personas, gente cercana… pero yo era consciente de que no podía quejarme porque cada uno tiene sus problemas y algunos son muy complicados. Si no los puedes resolver, el clima lo creas. para ti y tu entorno es muy negativo.
Asimismo, el escritor pide “no olvidar” la importancia de valorar las pequeñas cosas; ese café en el bar que no pude tomar durante tanto tiempo, llamar a tus abuelos, enviarle ese mensaje de texto a tu amigo que tiene una entrevista de trabajo próxima… «puede que no estemos bien, pero, al menos, «deberíamos ser más conscientes de lo que tenemos.»
Por supuesto que hay circunstancias muy negativas «que te entristecen y te influyen, es normal, pero debemos aprender a gestionar estas situaciones y saber que son parte de mí pero no pueden robarme la felicidad». Estamos muy equivocados si pensamos que la felicidad sólo está en el mundo emocional, sólo si tengo emociones positivas puedo ser feliz, eso es un gran error”, enfatizó.
«La felicidad es más que eso, es ser bueno contigo mismo, estar en paz y tener una actitud positiva. Mirar a las personas con cariño, ayudarlas, sonreír, intentar ser positivo en el trabajo, con la familia, con los amigos… todo eso es una forma de vida que vale la pena”.
Con todas estas claves, y a modo de conclusión, Ahedo Ruiz quiere plantearte, como lector, la primera pregunta: «¿Qué vas a hacer para buscar esa felicidad, espero que los lectores puedan reflexionar por su cuenta?». Responde esta pregunta.»