Se logró el objetivo, ahora a mejorar el equipo y rendir más.
El seleccionador español de fútbol olímpico, Santi Denia, con una expresión seria y el deber cumplido en la victoria (1-2) ante Uzbekistán en el partido inaugural de los Juegos «La Rojita» de París, afirmó que ahora es el momento de «mejorar el equipo y transmitir mejor» para lograr gloria eterna en la capital francesa.
«No fue una sorpresa para mí. Está claro que se logró el objetivo, que era conseguir los tres puntos, y ahora tenemos que mejorar el equipo, mi trabajo y transmitir mejor. Pero bueno, se lograron los tres puntos», enfatizó en la zona mixta, en las entrañas del Parque de los Príncipes.
Santi Denia continúa con la explicación táctica, con la mirada perdida y la tensión aún presente ante un debut nunca fácil. De hecho, España llevaba casi un cuarto de siglo sin ganar en el primer día, a pesar de ser siempre la favorita en las apuestas.
«Nuestra circulación de balón siempre debe ser alta. Debemos circular rápido, con pocos toques. Ese era un poco el mensaje, apresurar el balón. Pero hay que mejorar, siendo los primeros en enviar ese mejor mensaje», enfatizó el ex atleta.
Después de la charla en el descanso, España salió con otra actitud, con presión alta, más vertical, internándose en el área que le había sido ajena en la primera parte. Denia dejó entrever algunos fragmentos de la charla: «Les dije que era una solución táctica y que mejoraran la circulación del balón. Tenemos muchas más opciones de conseguir la victoria».
El seleccionador olímpico afirmó que España es «un equipo». «Todos son importantes, pero algunos tienen experiencia y nos conocemos. Al final es un trabajo de equipo», afirmó.
Respecto a la sustitución en el descanso del central Pau Cubarsí, Denia afirmó que fue amonestado. «A mí me ilusiona Cubarsí», afirmó, ensombreciendo al futbolista por su gris papel en su debut olímpico.
Destacó la fortaleza anímica del grupo, Sergio Gómez marcó el gol de la victoria poco después de fallar el penalti. «El mensaje es claro, seguir siendo buenos jugadores como están. Eso hay que reforzarlo», esgrimió.
No tuvo inconvenientes con el arbitraje y se declaró encantado de que España ganara. «Es un reto, otra ilusión. Tenemos aquí dos campeones de Europa y casi un tercero», comentó.
Dénia se quedó con la esperanza frustrada de vivir el ambiente de la Villa Olímpica de Atlanta ’96, y por eso disfruta viendo a sus alumnos disfrutar de los paseos en bicicleta, formar «pandilla» con otros olímpicos españoles, o ver a los tenistas Rafa Nadal y Carlos Alcaraz, la sensación de los Juegos.
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