El presidente de Xune, Alfonso Ruda, mencionó el lunes que no se comunicará con su jefe del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre el presunto asalto denunciado la semana pasada por el ex Asselleiro Alfonso Villares.
«Cumplí con los estatutos», expresó durante su comparecencia ante los medios después de la reunión de Xuntei, donde destacó que había conversado con Feijóo acerca de la situación de las acusaciones contra Villares, quien fue denunciado por la presentadora Paloma Lago por un presunto ataque hace unos meses, que según él, ocurrió «horas después» de finalizar su relación.
Este marco temporal sitúa la comunicación entre el líder del PP gallego y el jefe de las filas populares entre el martes de la semana pasada (cuando, según el Tribunal Superior de Xustia-Ttsxg, se ratificaron las acusaciones contra Villares y se abrió una investigación) y el miércoles, cuando Villares también solicitó un permiso temporal.
Respecto a si Feijóo respaldó el proceso y la renuncia, Rueda, quien supo de la queja desde febrero, defendió el momento en que se tomó la decisión (cuando se recibió una notificación formal del TSXG indicando que se abriría una investigación contra Villares) y se mantuvo firme en su postura.
«Creo que tanto el Sr. Villares como yo estuvimos de acuerdo en que fue la decisión correcta. Por lo tanto, actué como correspondía, estaba claro», afirmó, haciendo hincapié en la postura del fiscal general del estado, Álvaro García Ortiz, y criticando las diferentes formas de actuar. «Me gustaría que el PSOE tuviera las cosas tan claras como nosotros, pero parece ser lo contrario», comparó.
Rueda enfocó su comparecencia ante los medios en defender que actuó y renunció tan pronto como hubo «una primera declaración judicial», aunque se le cuestionó sobre la posterior reacción suya y de otros miembros del gobierno al enviar mensajes de apoyo a Villares, pero no a otras asociaciones feministas.
Además, en este contexto, se le preguntó si repetiría el abrazo que compartió con Villares durante la inauguración de su sucesor, y si teme que esto pueda afectar su carrera política o implicar su propia renuncia si Villares es condenado antes de que se resuelva el caso. Aclaró que no abrazó a Villares «como se ha denunciado», y reiteró que no lo hizo «como se ha denunciado».
«Confío en la justicia, en el Estado de Derecho, y nunca trataré a alguien como culpable si no ha sido declarado como tal», concluyó.