Roselló encuentra en la iglesia una manera de expresar a los creyentes

El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Florenio Roselló, le dijo a los presentes el sábado en la iglesia que «todo» en la iglesia «sin la distinción correcta y nombrada, perdemos el miedo de abandonar la calle y expresar a nuestros creyentes».
Esto fue declarado en su homilía en la explanada del castillo de Javier, con motivo de las segundas Javidadas en 2025, en la que enfatizó que «Javier se volvió bueno. Es nuestra casa, no solo la de los navarros, sino también de todos aquellos que viven y sienten el espíritu de San Francisco Javier».
«Venimos en peregrinación a Javier para conocer a Dios, a través de nuestro santo», dijo a las personas que se habían reunido para participar en la homilía, añadiendo que «Javier es la casa de todos, Javier da la bienvenida a todos». Por lo tanto, recordó la primera vez que visitó Javier el año pasado, donde la «imagen del santo» con «los brazos abiertos» en «actitud de recepción, bienvenida» le llamó la atención.
Roselló destacó que en la iglesia y Javier «todos encajan» sin «distinción». Por lo tanto, hizo hincapié en que entre los presentes se encontraban inmigrantes, algunos perseguidos por leyes nacionales e internacionales cuestionando su presencia y derechos, personas de etnia gitana, prisioneros de Pamplona y enfermos de la cárcel que acudieron a pedir ayuda al santo. «¿Quién de nosotros hace distinciones entre estas realidades que mencionamos? Nadie. No hacemos distinciones. A veces las distinciones están en nuestra cabeza. Pero para Javier, para Dios, somos iguales», afirmó.
Asimismo, resaltó que «hay personas que vienen por otras motivaciones», como acompañantes de amigos o familiares, por tradición, amor a la naturaleza, o el sentimiento navarro hacia San Francisco, insistiendo en que «todos son bienvenidos. Porque San Francisco Javier no estaba evangelizando a los creyentes, estaba evangelizando a aquellos que no conocían a Dios».
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