Zupiria afirma que el esfuerzo de las instituciones se centrará principalmente en garantizar el transporte ferroviario.
Los servicios de emergencia en Euskadi tuvieron un ajetreado lunes debido a un apagón eléctrico que afectó a 253 personas, la mayoría atrapadas en ascensores, generando la mayoría de las llamadas al servicio SOS-Deiak.
Según la consejera de seguridad de Euskadi, Bingen Zupiria, la incidencia del apagón varió en cada ciudad y territorio. Destacó que en Donostia la duración fue menor que en otros lugares.
El teléfono de emergencia 112 funcionó sin interrupciones gracias al uso responsable de los ciudadanos, evitando situaciones de colapso.
En cuanto a seguridad vial, no hubo incidentes destacables más allá de la desprogramación de paneles informativos que afectaron la circulación en algunos casos.
En el sistema de salud, los planes de emergencia funcionaron correctamente sin afectar las operaciones programadas. Algunas intervenciones se reprogramaron por precaución hasta que se restableció por completo el suministro eléctrico. Los servicios de emergencia y ambulancias funcionaron normalmente en los tres territorios.
En cuanto al transporte, el mayor impacto fue en ferrocarriles y transporte público. Hubo situaciones complicadas con trenes detenidos en medio de rutas que requirieron evacuación.
Para el martes, el enfoque estará en garantizar el transporte ferroviario una vez se restablezca el suministro eléctrico.
En educación, los centros educativos, tanto públicos como concertados, funcionaron con normalidad durante el apagón.
Zupiria aseguró que los niños y jóvenes estaban seguros en los centros educativos y alentó a utilizar el teléfono de emergencia 112 de manera responsable para evitar colapsos en el sistema.
A pesar de que la normalidad se está restableciendo, se aconseja estar preparados por si hay más cortes de luz. Se recomienda contactar a la policía local si hay problemas con dispositivos electrónicos y verificar la situación antes de dirigirse al trabajo.