Relación entre la forma del corazón y enfermedades cardiovasculares

Un equipo de investigación internacional llevó a cabo un estudio, publicado en la revista «Nature Communications», que revela que la forma de los ventrículos derecho e izquierdo del corazón está influenciada en parte por la genética y, por lo tanto, está presente desde el nacimiento. Esto permite identificar nuevos genes y establecer relaciones entre la forma del corazón y las enfermedades cardiovasculares.
Investigaciones anteriores se han centrado en medir el tamaño y el volumen de los ventrículos izquierdo y derecho, pero este estudio realizó la primera exploración de la forma de ambos ventrículos, utilizando modelado 3D y aprendizaje automático no supervisado.
Esta colaboración internacional entre la Queen Mary University of London, King’s College London, la Universidad de Zaragoza y University College London, así como el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, ha facilitado nuevos descubrimientos genéticos y una mejor comprensión de las vías biológicas que conectan la forma del corazón con las enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores aseguran que este estudio amplía la comprensión de la genética cardíaca y revela nuevos genes que influyen en la morfología cardíaca y el riesgo de enfermedades cardíacas.
La investigadora Julia Ramírez, del Instituto Aragonés de Investigaciones en Ingeniería de la Universidad de Zaragoza, destacó que la inclusión de información de ambos ventrículos y la ubicación de las válvulas cardíacas revelaron nuevos genes que no se habían identificado previamente mediante medidas convencionales de la forma del corazón. También se observaron asociaciones entre la forma del corazón y el riesgo de fibrilación auricular.
El estudio establece la forma de ambos ventrículos como un fenotipo útil para análisis genéticos que exploran genes relacionados con la morfología cardíaca y las enfermedades cardíacas. Estas medidas de forma podrían incluirse en evaluaciones de imágenes por resonancia magnética cardíaca para proporcionar a los médicos una puntuación de riesgo basada en la forma del corazón observada.
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