La fusión de ambos centros causaría 44 despidos, por lo que los trabajadores comenzaron una huelga indefinida en marzo
El número insuficiente de registros, la inviabilidad económica del proyecto Zabalbide Ikastetxea y el «contexto social complejo generado a su alrededor» frustraron el acuerdo entre las escuelas en Bilbao (Jesús María Ikastetxea y Jesuitinas Bilbao) que se unieron para desarrollar la próxima escuela.
Según la Fundación Educativa Jesuitina, ambas escuelas continuarán con sus actividades educativas por separado en el próximo año escolar. Esto fue comunicado al Gobierno Vasco, a las familias, educadores y otros trabajadores del Centro de Jesuitinas Bilbao.
La Fundación Educativa del Colegio de Jesuitinas sigue comprometida en ofrecer a sus alumnos las mejores experiencias de aprendizaje en nuestra sociedad, trabajando con transparencia y compromiso.
En enero pasado, la Fundación Bidaide y la Fundación Educativa de Jesuitinas anunciaron la integración. Sin embargo, meses después, Jesuitinas afirmó que las condiciones acordadas en el acuerdo no se han cumplido completamente, lo que hace imposible la ejecución del proyecto Zabalbide Ikastetxea en la actualidad.
Entre estas condiciones estaba la necesidad de obtener suficientes registros, garantizar la viabilidad económica del centro resultante y asegurar un entorno estable para su desarrollo.
Por otro lado, Bidaide Fundioa (el director de JM Bilbao) declaró que la Fundación Educativa Jesuitina resolvió unilateralmente el acuerdo de integración entre JM Bilbao Ikastetxea y las Escuelas Jesuitinas Bilbao, violando el acuerdo.
Bidaide lamentó que la ruptura del acuerdo no beneficie a nadie y afirmó que el objetivo era garantizar la viabilidad educativa para los estudiantes y mantener la mayor cantidad de empleos posible.
Según Reno, el objetivo era enfrentar los desafíos de los centros educativos y buscar el mejor futuro para los estudiantes, familias y personal del Centro.
Después de presentar el proyecto de integración, ELA convocó una huelga indefinida el 18 de marzo en las escuelas Jesuitinas Bilbao y JM Bilbao para solicitar al gobierno vasco que mantenga los puestos de trabajo en el centro.
Según el sindicato, se comunicó la intención de despedir a 44 trabajadores si el proyecto se llevaba a cabo.