Receta para un cerebro sano: arándanos, espinacas y té verde.

La Dra. Silvia Maria Galetti, endocrinóloga, dietista y nutricionista del policlínico de Modena, ha destacado la importancia de una dieta equilibrada para mantener un cerebro sano. En el marco de la Semana Mundial del Cerebro, Galetti enfatiza que la dieta mediterránea es un modelo ideal, ya que su variedad de alimentos ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas.
La clave está en incluir en nuestra lista de compras frutas frescas y secas, verduras de hojas verdes, yogurt y pescado azul. Sin embargo, se debe consumir con moderación el alcohol y el chocolate, ya que pueden desencadenar dolores de cabeza en algunas personas. Galetti destaca que las verduras son ricas en fibra, antioxidantes y vitaminas esenciales para la síntesis de neurotransmisores.
En la lista de compras recomendada se incluyen alimentos como arándanos, fresas, moras, frambuesas, grosellas, cerezas rojas y negras, aguacate, brócoli, espinacas, alcachofas, espárragos, almendras, nueces, alimentos fermentados como yogurt y kéfir. Estos alimentos son ricos en nutrientes que benefician la salud cerebral. Por otro lado, se aconseja limitar el consumo de alcohol, ya que puede afectar las habilidades cognitivas, y evitar el chocolate en caso de dolores de cabeza.
En cuanto a las bebidas, se recomienda preferir el té verde por sus propiedades beneficiosas. Además, es importante incluir en la dieta pescados ricos en omega-3, ácidos grasos y fósforo, como el salmón, el arenque, las anchoas y la caballa, ya que mejoran la función cognitiva.
Por otro lado, se debe evitar el consumo de alimentos chatarra, fritos y ultra procesados, ya que no aportan nutrientes beneficiosos para el cerebro. Galetti sugiere consumir al menos 5 porciones de frutas y verduras al día, siguiendo las recomendaciones de la dieta mediterránea. Ante los ritmos de vida complicados y estresantes, es fundamental organizar nuestras comidas para garantizar la presencia constante de verduras en nuestra alimentación.
En cuanto a los huevos, el salami y el queso, se aconseja consumirlos con moderación, ya que pueden elevar los niveles de colesterol en sangre y aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares. En resumen, seguir una dieta equilibrada y variada, como la mediterránea, es fundamental para mantener un cerebro sano y prevenir enfermedades neurodegenerativas.
Para más información, puedes consultar el artículo original en el siguiente enlace: Cervello-sano-Ecco-la-ricetta-del-nutrizionista. En ocasión de la Semana Mundial del Cerebro, Galetti explica que la dieta mediterránea debe ser nuestro modelo, "porque, con su variedad de alimentos, ayuda a prevenir muchas enfermedades, incluidas las patologías neurodegenerativas". Por lo tanto, es una cura para el cerebro, ya que las verduras son ricas en fibra, antioxidantes y vitaminas importantes para la síntesis de los neuromediadores. En la lista de compras, además de los arándanos, fresas, moras, frambuesas, grosellas y cerezas rojas y negras, el aguacate, brócoli, espinacas, ajo, espárragos, almendras, nueces, alimentos fermentados, yogurt, kefir, ricos en fermentos lácticos, y las sardinas no deberían faltar. Sin embargo, se debe consumir con moderación el alcohol, ya que afecta o reduce las habilidades cognitivas. También hay que prestar atención al chocolate, ya que puede causar dolores de cabeza, por lo que está prohibido en la dieta de las personas con migrañas. En cuanto a las bebidas, es mejor optar por el té verde. Se recomienda consumir pescados ricos en omega 3, ácidos grasos y fósforo, como el salmón, pescado azul, arenque, anchoas y caballa, ya que mejoran la función cognitiva. Por último, se debe evitar los alimentos chatarra, fritos y ultra procesados. Galetti sugiere consumir 5 porciones de frutas y verduras al día, siguiendo la dieta mediterránea. A pesar de nuestros ritmos de vida complicados y estresantes, debemos asegurarnos de que las verduras siempre estén presentes en nuestra alimentación. Se recomienda consumir huevos, salami y queso solo una vez por semana, ya que pueden aumentar el colesterol en la sangre y empeorar la circulación sanguínea, lo que podría llevar a un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.