Proyecto en marcha: ¡No inventes!

Proyecto en marcha: ¡No inventes!

Mientras Galicia reivindica su conexión con el corredor verde ibérico del hidrógeno, el hidrógeno podría pasar a la historia como el nuevo combustible del futuro. Ya hay un proyecto en marcha y todo parece ir en esa dirección. En el contexto actual de una profunda transición energética y descarbonización, la electricidad y el hidrógeno se consideran alternativas clave para abandonar los combustibles fósiles. La contaminación ha llegado a un punto crítico y expertos, empresas e incluso naciones se comprometen a sacar nuevos combustibles al mercado.

A pesar de los avances logrados en el sector, aún se busca el sustituto ideal de los combustibles fósiles que han dominado la industria automotriz durante décadas. El hidrógeno se está convirtiendo en una de las soluciones más prometedoras debido a su naturaleza limpia. Cuando se consume en una pila de combustible, solo produce agua. Además, el hidrógeno puede generarse a partir de una variedad de recursos energéticos como el gas natural, la biomasa, la energía eólica y la fotovoltaica.

Estas cualidades hacen del hidrógeno el combustible aparentemente perfecto para aplicaciones en el sector del transporte, la producción de electricidad, industrias, hogares, almacenamiento de energía y movilidad sostenible. Sin embargo, ya no está tan claro que el hidrógeno sea el combustible del futuro, ya que expertos afirman que el aire podría reemplazarlo y ya existen proyectos que lo demuestran.

Un grupo de científicos afirma que el aire podría ser el próximo combustible del futuro, desplazando al hidrógeno. En Lindau, Alemania, una empresa convierte el aire en un combustible verde. Según Juan Brock, químico y director tecnológico del grupo Obrist, una empresa austriaca con experiencia en sistemas de propulsión para automóviles, el CO2 puede ser un recurso para diversos productos, incluido el metanol verde.

Utilizando la tecnología de captura directa de aire (DAC), la empresa filtra el CO2 de la atmósfera para convertirlo en metanol verde, una alternativa sostenible a los combustibles fósiles. Aunque esta tecnología existe desde hace más de 10 años, su aplicación a gran escala es un desafío técnico importante. El mundo está cada vez más cerca de adoptar el aire como el nuevo combustible del futuro, dejando atrás al hidrógeno.

Consultores medioambientales como Carlos Bravo y expertos en tecnología como Anna Mas Herrador opinan sobre la sustitución del hidrógeno por el aire como combustible del futuro. La tecnología DAC promete capturar CO2 directamente del aire, independientemente de la ubicación geográfica, lo que podría complementar otras medidas de mitigación del cambio climático. Con estas declaraciones y pruebas realizadas, el mundo se acerca cada vez más al aire como el combustible del futuro, dejando de lado al hidrógeno.

FUENTE

nuevaprensa.info

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