Propuestas para frenar la escalada de ataques a la salud, desde el ‘Daspo’ hasta el ejército.

A finales del verano, se produjo una escalada de ataques contra trabajadores sanitarios de norte a sur. En una habitación del Policlínico Riuniti de Foggia, decenas de familiares y amigos de un paciente fallecido tras una operación atacaron a médicos y enfermeras. Este episodio dejó consternados a todos, incluido un profesional agredido que planea renunciar. En 2023, se registraron 16,000 agresiones, con un tercio de ellas siendo físicas y el 70% dirigidas a mujeres.
Las propuestas para detener la violencia en el sector sanitario incluyen la exclusión de la asistencia sanitaria gratuita en el NHS para quienes cometan ataques, la presencia del ejército en los hospitales y la convocatoria del Comité de Seguridad y Orden Público del Ministerio del Interior. Los sindicatos médicos exigen medidas urgentes y un plan extraordinario para reformar el sistema de atención y emergencia. Además, se busca que las penas previstas por la ley se apliquen a los agresores.
La institución de la flagrante postergación es una medida que se propone para combatir la violencia en eventos deportivos, pero que ahora se amplía a delitos específicos de violencia doméstica y acecho. Fiaso pide acciones decididas por parte de la policía y el poder judicial para proceder al arresto inmediato de los responsables. Sin elementos disuasorios concretos, la situación de violencia repetida en los hospitales no cambiará.
FUENTE