Una investigación de la Universidad de Extremadura (UEx) propone una herramienta para acelerar el desarrollo de terapias en la esclerosis lateral amiotrófica.
La nueva herramienta se basa en «ratones reporteros» que proporcionan un biomarcador temprano de la progresión de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y otras enfermedades neurodegenerativas.
Esta «poderosa» herramienta preclínica puede ayudar a comprender mejor los mecanismos tempranos de neurotoxicidad en la ELA y respaldar la transición de nuevas terapias a ensayos clínicos en humanos, según un comunicado de prensa de la UEx.
El estudio, publicado en la revista de acceso abierto de la Royal Society, Open Biology, es parte de una investigación sobre biomarcadores tempranos y el desarrollo de modelos preclínicos para la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta la coordinación neuromotora.
Los investigadores generaron un nuevo modelo de ratón transgénico que expresa una molécula informadora cuando se acumula la proteína TDP-43, un proceso común en muchos casos de ELA y otras enfermedades neurodegenerativas.
«Este modelo de ratón informador es capaz de detectar el estrés celular que, en el caso de la ELA y otras enfermedades neurodegenerativas, se debe a la acumulación anormal de las proteínas TDP-43», explica el Investigador UEx Francisco de Asís Iñesta Vaquera, investigador principal del estudio publicado.
El equipo de investigación incluyó a científicos de la Universidad escocesa de Dundee y fue cofinanciado por MND Scotland y Alzheimer’s Research UK.
Este reportero tiene la particularidad de expresarse ante la aparición de síntomas clínicos importantes. Constituye, por tanto, un biomarcador para la detección precoz de la enfermedad, concluyó la investigación, ya que esta herramienta preclínica basada en el modelo de ratón reportero advierte de la acumulación temprana de la proteína TDP-43.
La principal característica de estas enfermedades neurodegenerativas es la pérdida de células neuromotoras. Aunque, en este estudio, las células de Purkinje en la corteza cerebelosa se identifican como un posible nicho celular para el inicio de esta enfermedad, señala UEx.
«También se sabía que las células cerebelosas estaban afectadas; nuestro modelo muestra que las células de Purkinje se ven afectadas desde etapas muy tempranas del estrés oxidativo y la inflamación. Esta comprobación puede ayudar a comprender mejor el origen de la enfermedad y abrir un nuevo campo o estrategia de estudio”, subraya Iñesta.
«Estos resultados nos ayudan en primer lugar a comprender mejor el origen de la enfermedad de ELA o de las neuropatías que se producen por la acumulación de proteínas TDP-43», afirma el investigador.
Además, este biomarcador tiene la ventaja de que puede medirse fácilmente en el laboratorio sin tener que esperar a que aparezcan fenotipos avanzados de la enfermedad en ratones, por lo que también favorece los estudios preclínicos de nuevos tratamientos para la ELA u otras enfermedades neurodegenerativas. Este proceso será «clave» para la transición de nuevas terapias a fases posteriores de ensayos clínicos de fármacos en humanos, según describe el biólogo de la UEx.
Francisco de Asís Iñesta destaca la disponibilidad de ratones reporteros como una poderosa herramienta preclínica para toda la comunidad investigadora en universidades y centros de investigación.