El consejo local de Pamplona y el gobierno de Navarra se unieron para lanzar una iniciativa piloto destinada a «mejorar la capacitación y el asesoramiento de las personas que cuidan a los dependientes en el entorno familiar».
El proyecto «Scipio», que proviene de la palabra en latín que significa «Cane», busca «proporcionar una red de asistencia a todas aquellas familias que se encargan de las personas dependientes, ofreciendo orientación en cuidado personal, apoyo educativo y servicios de salud». Este trabajo será realizado por trabajadores familiares en la ciudad de Pamplona.
En una conferencia de prensa, el consejero de acciones sociales en la ciudad de Pamplona, Txema Mauleón, explicó que se trata de «un proyecto piloto que incluirá un componente de estudio e investigación» en colaboración con el Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra.
Mauleón enfatizó que, a través del análisis y la evaluación del programa, se determinará si este tipo de servicio puede ser beneficioso para su expansión en la ciudad y, posiblemente, en toda Navarra en el futuro.
El proyecto se llevará a cabo de manera piloto en los barrios de Txantrea e Irurrama, con el objetivo de atender a personas dependientes que accedan por primera vez a la ayuda económica para el cuidado familiar durante 2024. Se estima que actualmente hay 232 personas en esta situación.
Se excluyen del proyecto piloto aquellos que ya reciben otros servicios, como el Servicio de Atención a Domicilio (SAD) o que asisten a centros de ocupación, rehabilitación psicosocial y atención temprana, lo que reduce el número total de beneficiarios a 183.
El proyecto piloto comenzará el 15 de mayo y se extenderá hasta el 31 de diciembre, con una asignación de 60,000 euros por parte del gobierno de Navarra y la contribución de dos trabajadores familiares de tiempo completo por parte del Consejo Local de Pamplona.
Los trabajadores familiares, con una amplia experiencia en el cuidado de personas dependientes, se centrarán en transferir su conocimiento a los cuidadores para mejorar sus habilidades y atención, evitando lesiones y facilitando el cuidado en el hogar.
Además de la capacitación, los trabajadores familiares identificarán las necesidades y dificultades de los dependientes y cuidadores para garantizar una atención de calidad. Todas las acciones realizadas serán registradas para su seguimiento y evaluación.