¿Privatizará Juan Manuel Moreno Bonilla los bosques públicos de Andalucía?

¿Privatizará Juan Manuel Moreno Bonilla los bosques públicos de Andalucía?

¿Qué intereses ocultos están detrás de ciertos borradores de artículos liderados por el Gobierno del PP de Juan Manuel Moreno Bonilla? Hasta el momento, las organizaciones ecologistas han presentado 90 alegaciones al anteproyecto de Ley Forestal de Andalucía que desarrolló la Junta de Andalucía. Este proyecto de ley incluye artículos muy peligrosos que consideran los montes como un mero marco para las actividades económicas sin tener en cuenta sus valores ambientales y que promoverán la disrupción y privatización de las montañas públicas en Andalucía.

El Departamento de Sostenibilidad y Medio Ambiente escribió un texto productivista claro que considera las montañas como un simple elemento de negocio, ignorando el importante valor ecológico y los servicios ecosistémicos que proporcionan: fijan CO2, previenen la erosión, generan paisajes de alto valor, mejoran la cantidad y calidad del agua y albergan una importante biodiversidad. Esta ley supone un claro retroceso a la actual Ley Forestal que data de 1992. Un ejemplo es la eliminación del artículo 27 de la actual ley, que establece que «Los bosques de dominio público serán considerados a efectos urbanísticos como terrenos ingestionables de especial protección». Con la nueva ley podrán urbanizar y así volvemos a un modelo de ladrillo que rodea la naturaleza.

Lo más preocupante es la reducción de la protección que tienen los bosques públicos y de las facilidades previstas para su supresión y privatización, así como para los cambios de uso de suelo forestal a suelo agrícola o urbanizable.

El proyecto de ley establece que “Quedarán excluidos del Catálogo de Bosques Andaluces aquellos terrenos forestales que dejen de pertenecer legalmente a Administraciones o entidades públicas o que igualmente pierdan su condición de bosque». Los artículos favorecen precisamente eso, la privatización de los bosques públicos y la pérdida de su carácter forestal para urbanizarlos o dedicarlos a cultivos, y faculta al Consejo de Gobierno para excluir terrenos forestales del Catálogo de Montes Públicos por motivos tan arbitrarios y contrarios a la conservación del patrimonio forestal público como la ampliación de terrenos urbanizables, o para desarrollar proyectos privados que sean declarados de interés general por el Gobierno. El propio consejo.

Este artículo y otros contravienen la Ley Estatal 43/2003, de Montes, que tiene carácter de legislación básica, y que establece que la exclusión de un monte del Catálogo de Montes de Utilidad Pública sólo se producirá cuando haya perdido su valor por causa de causas naturales las características por lo que fue catalogado.

Ecologistas en Acción propuso que la ley incluya todos los bosques de titularidad pública que sean declarados de dominio público, es decir, que sean inalienables, imprescriptibles e inembargables.

El proyecto de ley también favorece el uso privado de los bosques públicos

De modo que se podrían aprobar concesiones a particulares o empresas, lo que implicaría «ocupar una parte del dominio público para que se limite o excluya su uso por otros interesados». Es decir, para los ciudadanos. Para colmo, estas concesiones se pueden otorgar por un período de 75 años, es decir dos generaciones sin poder disfrutar de un bosque público.

Además, Se reduce la facultad de la Junta de Andalucía para ejercer los derechos de tanteo y retracto en la compra y venta de fincas forestales a aquellas superiores a 400 hectáreas, entonces en la práctica este derecho se pierde, de suma importancia es la ampliación del patrimonio forestal público. En fincas superiores a esa superficie, si se dividen, este derecho quedará sin efecto.

El proyecto permite el cambio encubierto de uso de terrenos forestales para actividades agrícolas, incluso en las montañas quemadas. Así, se permite “la plantación de árboles o arbustos no forestales, como almendros, cerezos o pistachos, entre otros”, o incluso se permite la tala de árboles para “labranza” en terrenos forestales. Para colmo, estas actuaciones de rezonificación territorial se autorizarán por silencio administrativo. Si la administración no responde dentro del plazo a una solicitud para cultivar una montaña, se considerará aprobada. Un auténtico escándalo.

Este cilindro de liberalización ambiental lo convirtió la Junta de Andalucía y el la cada vez más apagada «revolución verde» del presidente Juan Manuel Moreno Bonilla, se refleja una vez más en la prevalencia que este proyecto de ley otorga a los planes urbanísticos de protección de bosques públicos, y a los planes forestales de gestión de recursos naturales en espacios naturales, que quedarán a merced de las decisiones políticas que la Junta Administración y los concejales aprueban favorecer proyectos urbanísticos y la descatalogación de montes públicos.

FUENTE

nuevaprensa.info

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