Presidente electo de Panamá planea pacto con EE.UU. por migrantes en Darién

Presidente electo de Panamá planea pacto con EE.UU. por migrantes en Darién

El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, anunció este viernes que espera firmar un acuerdo con Estados Unidos para que la nación norteamericana ayude a repatriar a los migrantes que cruzan e intentan llegar al peligroso Tapón del Darién en Panamá.

En conferencia de prensa durante una visita a esa provincia selvática fronteriza con Colombia, Mulino dijo que abordará el tema con la delegación de Estados Unidos que asistirá a su inauguración el lunes y que estará encabezada por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. El acuerdo permitiría que los migrantes que lleguen a Panamá, en su mayoría venezolanos, ecuatorianos, colombianos y chinos, sean transportados en avión de regreso a sus respectivos países.

«Espero firmar un acuerdo respetuoso y digno con Estados Unidos para que entre los dos países podamos iniciar los procesos de repatriación de todas estas personas que se están acumulando aquí», dijo Mulino tras visitar el campamento de acogida temporal en Lajas Blancas, donde había alrededor de mil migrantes esperando tomar autobuses para continuar hacia Costa Rica. El contenido del acuerdo no quedó claro de inmediato, pero el presidente electo dijo que discutiría el asunto con más detalle el lunes.

Mulino, que tomará las riendas del país centroamericano a partir del lunes, ha prometido desde su campaña que le llevó a ganar las elecciones de mayo que buscaría cerrar ese corredor selvático en la frontera con Colombia por donde cruzaron más de medio millón de migrantes el año pasado y lo han hecho más de 186.000 en lo que va de 2024, en su mayoría venezolanos, ecuatorianos, colombianos y chinos.

El nuevo líder de 65 años, acompañado por su equipo ministerial designado, llegará a un centro de recepción temporal al que miles de migrantes llegan cada semana a través de caudalosos afluentes -entre ellos mujeres embarazadas y niños- después de atravesar la jungla. Mulino conoce bien la zona porque fue ministro de Seguridad durante el quinquenio de Ricardo Martinelli (2009-2014).

En vísperas de su visita, los migrantes que se encontraban en Lajas Blancas -donde tomarán autobuses hacia Costa Rica- continuaron contando las dificultades económicas y de seguridad en sus respectivos países que los empujaron a emigrar por una ruta a veces mortal. Varios también acogieron con satisfacción los planes del nuevo líder panameño de frenar la migración allí.

«Con ese gobierno que tenemos allá (en Venezuela) nunca tenemos vida», dijo a The Associated Press Georyeth Barreto, un treintañero que dejó a su familia y a su hija de ocho años en la ciudad de Maracaibo. «Mi hija nació con un problema cardíaco y no hay suministros, no hay dinero, no alcanza para nada».

«Sería bueno que se brindaran más vías legales para que la gente pueda migrar y no hacer ese terrible viaje», opinó Barreto al referirse a los planes de cerrar esa ruta. «Aunque si cierran por un lado, se abren por el otro», advirtió.

Mulino también dijo que repatriaría a los migrantes que continúan cruzando el Darién, pero los expertos creen que sería una tarea difícil y que sólo podría deportar a un porcentaje mínimo cada día, además de lo costosa que sería la operación.

El nuevo presidente ha señalado que buscará acuerdos con Estados Unidos en estos esfuerzos, en momentos en que persisten denuncias de abusos, violaciones de derechos humanos y testimonios de muertes a lo largo de la ruta. El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, estará en la toma de posesión el lunes.

«Fue horrible porque la primera vez que llegué aquí, después de pasar por lo más horrible, mi esposa murió en una canoa… tenía un problema intestinal», dijo a la AP el venezolano Pedro Monte. “Él (Mulino) debería hacerlo, cerrarlo, porque esto es lo más peligroso que puede haber, hay muchos ladrones, esto es lo más horrible; Están muertos, es una pena que la gente se pierda allí».

Del lado colombiano, donde comienza el viaje por la selva, los riesgos para los migrantes incluyen la trata de personas y la violencia sexual, especialmente para quienes tienen que pasar varios días en pueblos del Caribe colombiano porque sus recursos son limitados y están «desesperados» para encontrar el dinero para pagar los honorarios exorbitantes de miles de dólares que les permitan continuar su viaje hacia Darién, advierte un informe del relator especial de las Naciones Unidas sobre la trata de personas publicado el viernes.

La relatora, Siobhán Mullally, indicó que las redes criminales que operan en la zona también afectaron a niños y jóvenes de comunidades colombianas afrodescendientes e indígenas en las zonas fronterizas. «Son reclutados con fines de delincuencia forzada, reclutamiento y utilización, en particular como guías y porteadores a través de Brecha del Darién«, detalla el informe.

FUENTE

nuevaprensa.info

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