Costa, desde la izquierda: «Vinieron aquí para pronosticar el apocalipsis y el llanto»
El pleno del Parlamento rechazó el martes, con votos del PP y VOX, los cambios en todos los grupos de izquierda presentados en los presupuestos autonómicos de 2025.
La votación arrojó un resultado de 24 votos a favor y 33 en contra de las cantidades globales de los presupuestos, con los votos favorables del PP y VOX.
Durante el debate, el Vicepresidente del Gobierno y Ministro de Economía, Finanzas e Innovación, Antoni Costa, defendió el proyecto presupuestario previo acuerdo con VOX «sin cruzar las líneas rojas».
Para Costa, las cuentas «fortalecen el curso elegido» por los ciudadanos en las últimas elecciones, que incluyen la reforma fiscal, la simplificación administrativa, el compromiso «claro» con la innovación, una inversión destacada en el ciclo del agua y facilitan que las Islas Baleares sean atractivas para la inversión.
También se continuó contratando para resolver el problema de la vivienda, con una partida mayor para el Instituto Balear de la Vivienda (IBAVI), y los gastos sociales también aumentan, especialmente en el ámbito de la salud y los servicios sociales, entre otros campos.
En cuanto a la reforma fiscal, destacó que se traduce en un ahorro de 530 millones de euros para los ciudadanos, sin afectar la disminución de los gastos sociales, sino todo lo contrario, subrayó, y agregó que el «secreto» está en el dinamismo económico de las Islas Baleares.
Por otro lado, enfatizó que el mayor aumento en los gastos está destinado al personal debido a los descuentos a los trabajadores de la comunidad autónoma del gobierno de Francina Armengol, y también destacó el pacto legislativo para mejorar la ventaja de la isla.
En cuanto a la oposición, criticó que el gobierno luchó por la aprobación de los presupuestos autonómicos para cumplir con los requisitos de VOX, que presentaron presupuestos «idénticos» a los anteriores, que finalmente no fueron aprobados, calificando la situación de «traición» por parte del gobierno.
En este sentido, aseguró que los cambios que luego se cancelaron se incluyen en otras regulaciones, como en la ley de Macroganjas, que se discute el martes. «Algunos cambios son peores que los que ya han sido aprobados», dijo, ya que el gobierno «se arrodilla» ante VOX.
En esta línea, para Negaeruela, es una «esperanza legislativa» modificar cada ley, que es, en su opinión, lo que hará el gobierno después del pacto con VOX, incorporando cambios sugeridos por Santiago Abascal. «¿Vale la pena tal indignación?» dijo.
El diputado de Més en Mallorca, Lluér, criticó al PP y al gobierno por romper el pacto con los grupos de oposición, no solo aceptando cambios que en ese momento acordaron eliminar, sino también porque se les dijo que negociaran los presupuestos y eso no ocurrió.
Los ecosocialistas enfatizaron que el pacto es una «vergüenza» por su contenido, porque, entre otros temas, «dejan de considerar a las personas como sujetos inherentes a su condición humana» y afirman que «dependen de situaciones administrativas».
Además, criticaron que la ayuda a la cooperación se destina a detener la inmigración, así como al catalán. «Al ver al catalán como un problema y no responder a los constantes ataques contra los maestros, esta es la motivación detrás del pacto», dijeron.
«No hicieron el trabajo de crear un nuevo presupuesto, no voy a hacer el trabajo de hacer un nuevo discurso», dijo el ministro, al mismo tiempo que criticó al ejecutivo por ceder a las «obsesiones de VOX».
El diputado de Més en Menorca, Joana Gomila, criticó que los presupuestos sean «exactamente iguales» que los anteriores. «No se molestaron en actualizarlos, considerando que ya se habían ejecutado durante seis meses», dijo.
Según Gomila, el gobierno no se compromete firmemente con la vivienda de protección oficial o garantizando viviendas a precios asequibles. Sin embargo, criticó la «reducción de impuestos para los ricos». «No se puede reducir impuestos y, al mismo tiempo, aumentar los servicios para los ciudadanos de las islas», dijo.
Gomila insistió en que el gobierno «traiciona la palabra dada» a las entidades sociales, la oposición, la comunidad educativa y respeta los derechos catalanes. «Aceptaron la agenda política e ideológica de VOX», denunció.
En la misma línea, la diputada de Unidas Podemos, Cristina Gómez, calificó el debate presupuestario como un «Día de la Marmota». También criticó la política de vivienda para garantizar precios asequibles, ya que «toda la política gubernamental está destinada a hacer que la vivienda sea inaccesible» y a apostar «claramente» por el sector primario.
A su vez, Costa ironizó que, desde la izquierda, los presupuestos parecen «fantásticos», ya que en sus discursos «hablaron sobre todo lo que no está incluido en los presupuestos», señalando que él vino a defender el proyecto.
«Vinieron aquí para hacer dos cosas: para predecir el apocalipsis absoluto debido a que se llegó a un acuerdo entre la primera y la tercera fuerza política y para llorar, como nunca antes vi», dijo Costa en su tercera intervención.
En relación con la acusación de traición por parte de la izquierda, el Vicepresidente pidió «por favor, no hagan el ridículo», recordando que en la legislatura anterior, el PP llegó a un acuerdo en la ley de educación que fue cancelado el día anterior.
Los de Santiago Abascal concluyeron que el Acuerdo de Presupuesto «Compañía» llegó al PP. «Le decimos a los ciudadanos claramente que la izquierda no presentó una alternativa presupuestaria, sino una reacción política desesperada para recuperar el poder perdido en las urnas», dijo la diputada Manuela Cañadas.
En esta línea, defendió que los presupuestos no reducen derechos, sino privilegios, gastos superfluos y duplicidades. Los cambios en toda la izquierda, agregó, son «cínicos».
El diputado de VOX, Sergio Rodríguez, respondió a la izquierda que el pacto «es un producto local y de kilómetro 0». «No se hizo en Waterloo ni en una sauna», reprochó.
El diputado del PP, Sebastià Sagreras, coincidió con las críticas de la izquierda por no hablar de los presupuestos. «Tuvieron el coraje de acompañar la palabra democrática, traicionada e indigna, porque así es como llaman a un acuerdo democrático», dijo.
El «popular» defendió las cuentas y cuestionó que se oponen a una inversión récord en servicios públicos, servicios sociales, vivienda o educación. «Están celosos y no pueden aceptar las acciones que pertenecen a las políticas de Armengol», agregó.