Posibles beneficios de los nuevos fármacos contra la obesidad

Posibles beneficios de los nuevos fármacos contra la obesidad

Daniel Drucker, del Instituto de Investigación Lunenfeld-Tanenbaum de la Universidad de Toronto (Canadá), destaca en un artículo en «Science» el creciente conjunto de evidencias que apuntan al potencial de los fármacos basados en el péptido-1 similar al glucagón (GLP-1) para tratar afecciones distintas de la diabetes y la obesidad, incluidas las enfermedades cardiovasculares y los trastornos neurodegenerativos.

GLP-1 es una hormona liberada por el intestino después de una comida que aumenta la secreción de insulina dependiente de la glucosa. La activación farmacológica del receptor GLP-1 (GLP-1R) reduce la secreción de glucagón y retarda el vaciado gástrico, lo que lo convierte en un tratamiento eficaz para la diabetes tipo 2.

Estudios posteriores encontraron que la administración de GLP-1 también inhibía la ingesta de alimentos al activar el GLP-1R en el cerebro, lo que llevó a su uso en el tratamiento de la obesidad. Recientemente, las investigaciones han demostrado que los medicamentos GLP-1 producen beneficios para la salud adicionales más allá del control de la glucosa y el peso, incluida la reducción de las enfermedades cardíacas y renales.

Aquí, Drucker analiza los posibles mecanismos subyacentes a estos beneficios, como la reducción de la inflamación sistémica, y sus implicaciones para futuras aplicaciones clínicas y desarrollo de fármacos. Según Drucker, los fármacos GLP-1 se han mostrado prometedores en el tratamiento de enfermedades metabólicas del hígado y se están realizando ensayos clínicos.

Aunque se ha descubierto que reducen la inflamación crónica y las complicaciones de la enfermedad renal, los mecanismos exactos aún no están claros. Los agonistas del GLP-1R también reducen la inflamación sistémica y sus efectos están mediados por múltiples vías y receptores celulares, incluidos los del cerebro. Además, se están explorando fármacos GLP-1 para trastornos neurológicos y psiquiátricos como la enfermedad de Parkinson, la disfunción cognitiva, la depresión y los trastornos por uso de sustancias.

Los hallazgos iniciales sugieren posibles beneficios, pero Drucker señala que se necesita más investigación para confirmar su eficacia en estas áreas. “El capítulo inicial de la innovación del GLP-1 se centró en el control de la glucosa y posteriormente en la pérdida de peso. Es probable que las oleadas posteriores mejoren los resultados de salud en personas con una variedad de trastornos crónicos”, escribe Drucker. «Se están llevando a cabo una amplia gama de ensayos clínicos y los resultados podrían respaldar la ampliación de la gama de indicaciones clínicas que se benefician de las terapias con GLP-1».

FUENTE

nuevaprensa.info

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