Un equipo científico dirigido por la estación biológica de Doñana-CSIC llevó a cabo la primera caracterización de la microbiota bacteriana de las especies de «culx perexiguo», el vector principal del virus del Nilo Occidental en Andalucía.
Como CSIC informó en un comunicado de prensa, el trabajo también explora la asociación «potencial» de la composición de la microbiota de estos mosquitos con la infección por el virus del Nilo Occidental.
El trabajo tiene la colaboración de los miembros del Instituto de Investigación Biomédica en Málaga, Universidad de Granada, Cyber of Epidemiology and Public Health and Cyberiopatology of Obesity and Nutrition, entre otras instituciones.
La microbiota de los mosquitos, es decir, el conjunto de microorganismos que están presentes en estos insectos, juega un papel clave en su biología y capacidad para transmitir patógenos. Las bacterias de esta microbiota pueden modular la respuesta inmune de los mosquitos, competir con patógenos por recursos o incluso liberar compuestos que afectan el desarrollo de patógenos en estos insectos.
De esta manera, la identificación de la composición del mosquito microbiota en la naturaleza es «esencial» para comprender la epidemiología de transmitir el patógeno en el área y, potencialmente, «diseñar estrategias innovadoras para controlar la enfermedad de la transmisión vectorial».
En el contexto, los mosquitos incluidos en este estudio fueron capturados en la provincia de Sevilla durante el brote causado por el virus del Nilo Occidental en 2020.
Utilizando técnicas moleculares, el equipo científico identificó que las bacterias predominantes en el microbiótico «Culx perexiguus» pertenecían a las familias «Burkholdeaeae» y «Erwiniaceae. Por otro lado, las bacterias del género «Wolbachia», que bloquean la replicación del virus en otras especies de mosquitos, han sido inusuales en «Cuex perexiguus».
«Las diferencias en la microbiota» Culx perexiguus «en términos de la identificada en otras especies de mosquitos podrían ayudarnos a comprender el papel principal de Culx perexiguus en la transmisión del virus del nilo occidental», dijo el autor principal de la estudio pre-doctoral de la estación biológica de Doñana-Csic, Marta Garrigós.
Por otro lado, a pesar de la relevancia de la microbiota en la competencia vectorial, no ha habido diferencias significativas en la diversidad bacteriana entre los mosquitos infectados y que no están infectados por el virus.
«Entre otras posibilidades, esto podría deberse al hecho de que analizó los mosquitos que agrupan a más personas, lo que podría eclipsar las diferencias a nivel individual», explicó el científico de la Estación Biológica Doñana y el principal investigador del proyecto, Josué Martínz de Puente.
Sin embargo, también detalló que «estos resultados resaltan la importancia de llevar a cabo futuros estudios en condiciones controladas de laboratorio, para comprender mejor la relación entre la microbiota de mosquitos y su capacidad para transmitir agentes patógenos».