Perú revierte tendencia de crecimiento de cultivos de coca en 2023
Los cultivos de hoja de coca, planta utilizada para fabricar cocaína, se han reducido en Perú, según información del gobierno. En 2023 se produjeron un 2,3% menos de cultivos que en 2022, rompiendo la tendencia alcista de estos cultivos que se venía produciendo desde 2015.
La agencia antidrogas de Perú, Devida (Comisión Nacional para el Desarrollo y una Vida sin Drogas), publicó el martes un informe oficial en el que informa que el año pasado se encontraron 92.784 hectáreas de cultivos de coca en 21 zonas monitoreadas, una más que el año anterior. En 2022, una vigilancia similar detectó 95.008 hectáreas de cultivos de coca. Es decir, según el seguimiento, hubo una reducción de 2.224 hectáreas, lo que representa un 2,3%.
Sin embargo, a pesar de la disminución en el número total de cultivos, también hubo un aumento en los cultivos de coca en 10 zonas, según el informe. El mayor aumento se registró en Huallaga, parte de la selva de los departamentos de Huánuco, San Martín y La Libertad, donde los campos de coca se expandieron un 47,3% respecto al año anterior. Le sigue Amazonas, en el departamento del mismo nombre, con un aumento del 32,6%.
El mayor aumento se produjo en Huallaga, un lugar icónico donde el cultivo de coca para el narcotráfico se disparó a finales de los 80 y principios de los 90, y en partes de la selva en los departamentos de Huánuco, San Martín y La Libertad, donde los dominios de coca se expandieron en un 47,3%. en comparación con el año anterior. Le sigue Amazonas, en el departamento del mismo nombre, con un aumento del 32,6%.
La coca se utiliza para elaborar cocaína principalmente en la selva peruana, que luego sale del país de forma clandestina por mar, aire y tierra.
Las 21 áreas monitoreadas se encuentran en 13 departamentos, de los 25 que hay en el país. La mayoría de los sitios monitoreados se encuentran en la selva, donde el ambiente favorece estos cultivos.
En otras 10 zonas se redujeron los campos de coca, según el documento. Las mayores disminuciones se dieron en Marañón, en los departamentos de Amazonas, Cajamarca y La Libertad, con una disminución del 58,3%; Camanti también en Cusco, que cayó un 52,9%
Sin embargo, se identificó un aumento de la producción en cinco departamentos, uno de ellos, Ayacucho, donde se ubica el Vraem (el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro), que también incluye otros departamentos vecinos, donde se esconden actividades de narcotráfico, algunas vinculado a los restos de una célula que formó parte del movimiento subversivo Sendero Luminoso.
El presidente ejecutivo de Devida, Carlos Figueroa, señaló que Perú ha revertido la tendencia de crecimiento de los cultivos de coca, que pronosticaba un aumento de 16.475 hectáreas.
«Destaco las acciones coordinadas del Gobierno y entidades cooperantes relacionadas con la lucha contra el tráfico ilícito de drogas, que frenaron un incremento proyectado del 17%, lo que hubiera significado una expansión de 109.259 hectáreas de coca, equivalentes a 151 toneladas de droga evitadas o rechazado. Se evitaron 604 millones de dosis de cocaína”, afirmó Figueroa.
Agregó que existen expectativas de interdicción aérea en la lucha contra el narcotráfico. En abril, el Congreso peruano aprobó una resolución para que Perú firmara un acuerdo con Estados Unidos para cooperar en la interdicción de aeronaves utilizadas en el narcotráfico.
«Necesitamos ajustar más los aspectos de intervención. En el Vraem también tenemos la influencia del transporte aéreo. Hay muchas pistas clandestinas en la zona. La administración de la interceptación aérea tendrá un impacto en su reducción porque desanimará a quienes tienen las condiciones para poder salir”, dijo Figueroa en conferencia de prensa.
También destacó el aporte de las políticas de erradicación y el desarrollo alternativo.
Leonardo Correa, coordinador regional del área de monitoreo de UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) enfatizó que fue importante la visión regional que buscamos brindar desde Naciones Unidas en la lucha contra el narcotráfico.
«Cada país está buscando la mejor manera de afrontar el problema en función de varios factores. Además, hay un acuerdo general en que el narcotráfico no sólo es delictivo y detrás hay condiciones de vulnerabilidad que hay que entender”, dijo Correa.
Perú es el segundo productor de cocaína en el mundosegún estimaciones de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA), que colabora con el país andino en políticas antinarcóticos.