Permanencia de toxinas en el cuerpo: Causas y consecuencias.
La bioacumulación es básicamente el proceso por el cual uno o más organismos vivos absorben grandes cantidades de toxinas de manera consistente y a lo largo del tiempo. Son sustancias que el organismo no puede eliminar, por lo que se bioacumulan, lo que puede resultar muy nocivo.
La bioacumulación no debería ser un problema si el compuesto acumulado no es dañino. Pero algunos, como el mercurio, pueden acumularse en los tejidos y este es un elemento muy perjudicial para la salud. Los contaminantes químicos que son bioacumulativos provienen de muchas fuentes. Un ejemplo de esto son los componentes de los pesticidas, muchos de los cuales son retenidos por los organismos.
La lluvia puede arrastrar suelos recientemente tratados con pesticidas y hacer que estos productos lleguen a arroyos, ríos, estuarios y, en última instancia, al mar. Y de esta forma les permite entrar en contacto con diferente fauna y flora. ECOSISTEMA Déjalo ir.
Otra fuente importante de contaminantes tóxicos son los compuestos de las chimeneas industriales y las emisiones de automóviles y vehículos que queman combustibles fósiles. Y regresan a la tierra en forma de precipitación. El vertimiento intencional de desechos a los ríos es otra fuente de contaminación química.
Bioacumulación y biomagnificación.
Una vez que se encuentra un contaminante en el agua o el suelo, puede ingresar fácilmente a la cadena alimentaria. Primero por el fitoplancton, de ahí al zooplancton (que se alimenta del primero) y desde ahí va subiendo paso a paso hasta llegar a la cima de la pirámide de consumo. Al final del cual generalmente se encuentran los seres humanos.
Si bien la cantidad de contaminantes puede haber sido lo suficientemente pequeña como para no causar daño en la cadena alimentaria, se acumulan. Y podría causar graves daños a los organismos que se encuentran más arriba en la pirámide alimenticia. Este fenómeno se conoce como biomagnificación.
El ejemplo del DDT
Uno de los ejemplos clásicos de bioacumulación que dio lugar a la biomagnificación ocurrió con el infame insecticida llamado diclorodifeniltricloroetano, también conocido como DDT. El DDT fue un insecticida que se inventó en los Estados Unidos en 1939. Hasta mediados de la década de 1970, se usaba regularmente para ayudar a controlar los mosquitos y otras plagas de insectos.
La lluvia llevó el DDT a las corrientes de agua, donde este producto altamente tóxico llegó fácilmente a lagos y océanos. El contaminante bioacumulado en cada organismo y luego bioamplificado a través de la red trófica alcanzó niveles muy altos. Un ejemplo de depredadores que fueron víctimas de estos procesos es el de las aves rapaces y marinas como las calvas y las águilas pescadoras, los halcones peregrinos y pelícanos, y las garzas pardas que lo ingirieron al comer pescado.