Se espera que las obras comiencen en otoño y finalicen en tres meses, a finales de año o principios de 2025.
El Consejo de Administración Local del Ayuntamiento de Pamplona aprobó este lunes el concurso para las obras de ampliación en el cementerio de San José del panteón de restos de desconocidos fusilados durante la Guerra Civil y el Franco.
Así lo ha anunciado este lunes, en rueda de prensa, el concejal delegado de Gobernanza Estratégica, Urbanismo, Vivienda y Agenda 2030, Joxe Abaurrea. «Este nuevo panteón, que duplicará la capacidad del anterior porque se considera necesario, mantendrá una estética similar», afirmó.
El presupuesto para la construcción del nuevo panteón asciende a 299.988,69 euros, cofinanciado por el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra, a través de un convenio. Se espera que las obras comiencen en otoño y se completen en un plazo de tres meses, a finales de año o principios de 2025.
El solar triangular donde se ubica el actual panteón, entre las calles Santa Felicia y San Mariano, detrás del edificio crematorio y la sala de despedida, «no tiene superficie suficiente para albergar la ampliación». Por ello se propone colocarlo en la parte interior de la mesa 21.
Esta zona está delimitada por las calles San Simón, San Juan, San Gabriel y San Lucas, siendo el acceso más cercano por el portón de los venados, al norte del predio. Actualmente, en esa plaza 21 existen panteones en las caras exteriores y tumbas triples en sus caras interiores, las cuales no se encuentran ocupadas. En el centro del espacio se encuentra una zona verde, enmarcada por cuatro pilastras y una fuente.
Para ello se aprovecharía el espacio de una de las hileras de tumbas triples y el espacio central de la plaza 21. Se propone instalar un monolito de piedra caliza similar al del panteón actual, acompañado de dos panteones de 3×3 metros en el piso, dos bancos y dos atriles colocados simétricamente. El complejo estará rodeado de zonas verdes y arbustos.
El pasado mes de abril, el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra firmaron un convenio para la construcción de un nuevo panteón y el enterramiento en él de los restos humanos de la Guerra Civil y el Franquismo en Navarra, de acuerdo con la Ley Foral 33/2013, de noviembre. 26, por el reconocimiento y la reparación moral de los ciudadanos navarros asesinados y víctimas de la represión tras el golpe militar de 1936.
La construcción del nuevo panteón, que será propiedad municipal, está financiada por ambas administraciones. El Ayuntamiento de Pamplona aporta casi 175.000 euros, 50.000 más en un concurso anterior que quedó desierto, para impulsar las obras a realizar «dada la limitación del espacio del actual panteón y porque se trata de una petición histórica del mundo memorial y las asociaciones.»
El Gobierno de Navarra aporta aproximadamente 125.000 euros a través del Departamento de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, según una partida aprobada por el Parlamento de Navarra en los presupuestos generales de la comunidad foral.
En 2013 se construyó en el cementerio de San José un panteón para los restos de fusilados y no identificados de la Guerra Civil de 1936, fruto de un convenio de colaboración entre el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona.
El complejo consta de un panteón de 3×3 metros, con capacidad para colocar 60 cajas, y un monolito de piedra caliza. Se completa con la instalación de un atril en el que se escriben los nombres de los fallecidos depositados y un banco, que dota al espacio de un elemento de descanso.
En enero de 2019, el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona acordaron modificar el acuerdo firmado por ambas administraciones en noviembre de 2014 para cambiar su objeto y «ampliar a los restos identificados y reclamados, cuando las familias lo deseen, la posibilidad de ser enterrados en ese lugar panteón».
En marzo, el Pleno del Ayuntamiento de Pamplona aprobó una declaración institucional sobre la ampliación del panteón. También se acordó dejar espacio libre para permitir la inhumación de los restos que fueron exhumados en cumplimiento de la Ley Foral 33/2013, de 26 de noviembre.
El panteón se abrió así a tres nuevos tipos de víctimas cuyos restos fueron encontrados en una tumba en Navarra y que, «siendo identificados, no pudieron ser entregados a sus familiares o sus familiares no pudieron hacerse cargo de ellos»; «aquellos restos de Pamplona fusilados e identificados, cuyas familias lo solicitan»; y «las víctimas navarras que, tras encontrar sus restos en fosas en otros lugares del Estado español y cuyos cadáveres han sido identificados, no han podido ser entregados a sus familiares o no podían hacerse cargo de ellos».