Pacientes con dolor crónico se sienten deprimidos.

Una de cada cinco personas con dolor crónico debido a enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas dice estar muy ansiosa o deprimida, según las conclusiones recogidas en el documento ‘Dolor crónico y salud mental en ERyMES (enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas) – De la evidencia científica a la experiencia del paciente’, presentado en el Congreso de la Liga Española de Reumatología (LIRE), con la colaboración de Grünenthal.
Además, el artículo revela que dos de cada cinco pacientes con dolor crónico informan que su salud emocional es mala o muy mala, lo que, según los autores del artículo, «pone de relieve la relación entre la autopercepción del dolor crónico y salud emocional en personas con enfermedades reumáticas».
El objetivo del informe fue analizar el vínculo entre el dolor crónico y la salud mental, en relación con las enfermedades reumáticas, para concienciar a la sociedad, los profesionales sanitarios y las instituciones sobre la importancia de incluir la salud mental en las estrategias para abordar el dolor crónico.
Las enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas, que engloban más de 200 afecciones, son una de las principales causas de dolor crónico en España, según LIRE. También es la principal causa de dolor agudo y crónico en España y uno de los motivos fundamentales que provocan incapacidades, bajas laborales y jubilaciones anticipadas. Por ello, según la publicación, es común que el dolor crónico genere depresión y ansiedad, y a su vez que los trastornos mentales empeoren el dolor.
El informe también enfatiza la importancia de integrar la salud mental en el tratamiento del dolor crónico, incluyéndola en los protocolos clínicos, y capacitando a los profesionales para abordar la salud mental en los pacientes con dolor para garantizar una atención más integral.
«Es fundamental que tanto los profesionales de la salud como las instituciones reconozcan la relación entre el dolor crónico y la salud mental, promoviendo prácticas que integren todas las esferas de la persona, incluida su salud mental, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de quienes viven con una enfermedad crónica. dolor, especialmente el asociado a enfermedades reumáticas», afirmó la coordinadora de relaciones institucionales de Grünenthal, Valeria Villamizar.
En este sentido, la vicepresidenta de LIRE, Elisenda de la Torre, afirmó también que las instituciones tienen la responsabilidad de dar visibilidad al dolor crónico y su impacto en la salud emocional: «Es crucial invertir en investigación, formar profesionales para abordar Estas situaciones integrales y actualizan adecuadamente las políticas de salud para garantizar una atención centrada en el paciente y facilitar el acceso del paciente a los recursos necesarios».
El vicepresidente de LIRE destacó que el dolor crónico no sólo afecta la salud física, sino que puede dañar la salud emocional de quien lo padece. «Muchas personas viven con ansiedad, tristeza, aislamiento social y, a veces, sentimientos de desesperanza. Este dolor no se ve pero se siente constantemente, creando un círculo vicioso entre malestar físico y emocional que es difícil de romper sin el apoyo adecuado», afirma. de Torre.
Por ello, destacó el papel crucial de las asociaciones de pacientes que «proporcionan una red de apoyo emocional que ayuda a aliviar el aislamiento y la depresión».
En este sentido, Villamizar cree que es fundamental «concienciar a la sociedad sobre la importancia del dolor crónico relacionado con las enfermedades reumáticas, ya que perjudica significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen, afectando en gran medida a su capacidad para realizar las tareas diarias y participar en actividades sociales».
«Es vital que la sociedad sea consciente de esta situación para adoptar un enfoque más inclusivo, acabar con el estigma y promover una comprensión más empática de quienes lo viven, contribuyendo a reducir el aislamiento buscando ayuda y mejorando, parcialmente, de ellos. bienestar», concluyó Villamizar.
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