CARACAS –
Seis opositores al gobierno venezolano, atrincherados desde hace meses en la embajada de Argentina en Caracas, denunciaron el domingo que agentes de inteligencia y policías venezolanos permanecieron apostados afuera de esa sede diplomática durante varias horas.
Argentina deploró estas acciones, calificándolas de actos de «hostigamiento e intimidación» a personas que permanecen allí bajo la protección de Brasil.
El partido Vente Venezuela, liderado por la exdiputada María Corina Machado y al que pertenecen la mayoría de los seis opositores resguardados en la embajada argentina, denunció lo que calificó como «un nuevo asedio de funcionarios encapuchados» desde la noche del sábado y que se ha extendido, en aseguró, hasta el domingo.
También aseguró en un comunicado que la sede diplomática, bajo custodia de Brasil, «permanece sin electricidad y rodeada de vehículos del régimen que impiden el tránsito hacia el lugar».
La Cancillería argentina condenó este hecho en un comunicado difundido la noche del sábado, en el que afirmó que el despliegue de tropas armadas y el cierre de calles en sus inmediaciones «constituye una perturbación de la seguridad», que corresponde a la sede diplomática según el derecho internacional. También pidió a la comunidad internacional que condene el incidente.
El domingo, Estados Unidos se sumó a la condena de lo que consideró un «acoso» contra líderes políticos alojados en ese recinto diplomático.
En una declaración Publicado en Las relaciones diplomáticas entre los dos países permanecen rotas a partir de 2019.
Pasado el mediodía del domingo, Pedro Urruchurtu, uno de los activistas que permanece en esa legación desde marzo, escribió en el relato de X que el «asedio» al lugar continúa. Además de Urruchurtu, en la sede diplomática en Argentina se encuentran los activistas y líderes políticos de la oposición Magalli Meda, Claudia Macero, Humberto Villalobos, Omar González y Fernando Martínez Mottola.
Los opositores irrumpieron en la embajada en marzo después de que la Fiscalía de Venezuela emitiera una orden de arresto acusándolos de promover presuntos actos de violencia para desestabilizar al gobierno.
En agosto, Brasil aceptó la solicitud de Argentina de custodiar su embajada después de que el gobierno venezolano ordenara la expulsión del personal diplomático argentino por declaraciones de su presidente, Javier Milea, de que no reconocería «otro fraude» en Venezuela después de las disputadas elecciones del 28 de julio.
Un mes después, Venezuela revocó la autorización de custodia a Brasil, argumentando que tenía pruebas del uso de las instalaciones «para la planificación de actividades terroristas e intentos de asesinato», lo que fue negado por los dos países involucrados.
El episodio tiene lugar unas horas más tarde. Machado convocará a una movilización masiva el 1 de diciembre y que el ministro del Interior acusó al líder político de ser parte de un nuevo intento de conspiración contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Machado afirmó el domingo que la nueva acusación en su contra y el «acoso» a sus asociados en la sede diplomática es una señal de la «debilidad» del gobierno que sabe «que se les acabó el tiempo».
En las declaraciones publicadas en él.
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