Mujeres europeas luchan por libertad y paz en el Día Internacional de la Mujer

Al iniciar la ceremonia, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, expresó: «Estoy orgullosa de que el Parlamento Europeo sea y siempre haya sido una fuerza para la democracia, la igualdad y la solidaridad. Hoy, rendimos homenaje a mujeres valientes de toda Europa, que representan los valores que muchos de nosotros, con demasiada frecuencia, damos por sentados.»
En su intervención, Sviatlana Tsikhanouskaya, líder de las fuerzas democráticas en Bielorrusia, agradeció a la UE y a los Estados miembros por su apoyo a la sociedad civil y los medios de comunicación en Bielorrusia. Para las mujeres en Bielorrusia, el Día Internacional de la Mujer no era motivo de celebración, sino de lucha por la paz, la justicia y la democracia. Enfatizó la necesidad de trabajar por la liberación de más de 1,200 prisioneros políticos, incluidas 155 mujeres. «Seguimos luchando por los valores que definen Europa: libertad, seguridad y prosperidad», añadió la Sra. Tsikhanouskaya. Expresando un sólido apoyo a Ucrania, destacó que el destino de Bielorrusia y Ucrania estaba estrechamente entrelazado. La Sra. Tsikhanouskaya solicitó una perspectiva europea para Bielorrusia y pidió a la UE que aumente la presión sobre el régimen de Lukashenk. Una Bielorrusia libre capaz de detener el avance de Rusia en Europa solo sería posible si Europa fuera fuerte y unida.
Palin Sharenda-Panasiuk, activista de la oposición en Bielorrusia y ex prisionera política, instó a la UE a presionar al régimen de Bielorrusia para liberar a miles de prisioneros políticos. Destacó la necesidad de aislar al régimen de Bielorrusia, tanto políticamente como económicamente, y exigió una mayor presión sobre Lukashenko mediante una aplicación más estricta de sanciones y un embargo comercial completo.
Leniie Umerova, activista ucraniana de Crimea, estuvo detenida durante casi dos años en Rusia después de ser secuestrada por las fuerzas de seguridad rusas mientras intentaba visitar a su padre enfermo en Crimea. Describió las injusticias que sufrió, incluyendo abuso físico y psicológico, interrogatorios y confinamiento solitario. La Sra. Umerova subrayó que la persecución rusa continúa en los territorios ocupados, donde los civiles enfrentan secuestros, deportaciones y trabajo forzado, siendo cualquier desafío castigado con el encarcelamiento. Compartió relatos de mujeres sometidas a tortura y que rechazaban la atención médica.
El padre Kepler, voluntario ucraniano en medicina militar, compartió su experiencia apoyando a las víctimas de la guerra, incluidas las afectadas por la violencia sexual. Describió sus esfuerzos para ayudar a los civiles en los territorios ocupados, resaltando el profundo impacto de la guerra en las mujeres y niños ucranianos. «Aquí y ahora, el genocidio del pueblo ucraniano se desarrolla ante nuestros ojos», expresó, instando a la comunidad internacional a actuar contra la agresión de Rusia. Hizo hincapié en que más de 130,000 mujeres ucranianas sirven en el sector de seguridad y defensa, muchas de ellas esperando el regreso de sus seres queridos.