Menos rechazos, estrechos márgenes y mayor inflación. Más rechazos, menos márgenes y más inflación.

El aumento del 61% en el Salario Interprofesional Mínimo (SMI), de 736 euros en 2018 a 1.184 euros en 2025, resultó en márgenes más estrechos, despidos, aumentos de precios y la disminución de empresas con una gran proporción de empleados afectados por este aumento salarial.
La Encuesta de Actividades Comerciales del Banco de España (eBAE) incluyó por primera vez un módulo específico sobre el SMI, solicitando a las empresas participantes que informaran sobre los aumentos en los últimos seis años. Confirmó que este salario regulado tiene un impacto significativo en la actividad empresarial.
De las casi 7,000 empresas encuestadas, aproximadamente el 76% afirmó que el aumento del SMI no tuvo un efecto importante, ya que menos del 10% de sus empleados se vieron afectados. Sin embargo, alrededor de 1,600 empresas informaron que los aumentos del SMI tuvieron un impacto notable en sus operaciones.
Las empresas se vieron obligadas a ajustar sus márgenes comerciales, con un 32% teniendo que sacrificar parte de sus ganancias para cumplir con los aumentos salariales. Aquellas con una mayor proporción de empleados cubiertos por el SMI se vieron aún más afectadas, con aproximadamente la mitad de ellas reduciendo sus beneficios corporativos.
Otro método de compensación fue el aumento de los precios de venta, utilizado por el 26% de las empresas encuestadas. Aquellas con una mayor proporción de empleados afectados por el SMI recurrieron más a este ajuste, lo que también contribuyó a la inflación en los últimos años.
Las empresas también se vieron obligadas a reducir el empleo, aumentando a medida que más trabajadores se veían afectados por el SMI. Los costos laborales han aumentado en más del 20% desde que el SMI se incrementó con Pedro Sánchez en el cargo.
Las empresas prevén que las presiones inflacionarias continúen en el corto plazo, lo que se reflejará en los costos laborales. A pesar de la desinflación en la economía española, un número creciente de empresas están optando por determinar los salarios en función de las condiciones actuales en lugar del pasado.
Los datos más recientes sugieren que los salarios continúan recuperando su poder adquisitivo o al menos no lo están perdiendo.
A finales de febrero, el salario acordado aumentó en un 3,03%, ligeramente por encima de la tasa de inflación en ese mes (3%). El incremento del 61% en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), de 736 euros en 2018 a 1.184 euros en 2025, ha tenido impactos significativos en diversas empresas. La encuesta de actividades comerciales realizada por el Banco de España (eBAE) incluyó un módulo específico sobre el SMI, donde las empresas participantes informaron sobre los aumentos salariales de los últimos seis años. Se confirmó que este salario regulado tiene un mayor impacto en la actividad productiva de las empresas.
De las casi 7,000 compañías que participaron en la muestra, alrededor del 76% mencionó que este aumento no tuvo un efecto importante, ya que menos del 10% de sus empleados se verían afectados. Sin embargo, aproximadamente 1,600 empresas comunicaron que los aumentos en el SMI tuvieron un impacto notable en sus operaciones. Para el 13% de las empresas, el incremento salarial representó una incidencia promedio, mientras que para el 11% tuvo un alto impacto, afectando a más del 50% de su fuerza laboral.
El aumento en los márgenes de negocios fue uno de los principales desafíos enfrentados por el 32% de las empresas encuestadas, que tuvieron que sacrificar parte de sus beneficios para cubrir los aumentos salariales. Este ajuste fue más pronunciado en aquellas empresas con una mayor proporción de trabajadores cubiertos por el SMI. Otra forma de compensar estos aumentos fue mediante el incremento de los precios de venta, al cual recurrió el 26% de las empresas consultadas.
En casos más extremos, algunas empresas se vieron obligadas a recurrir a despidos, siendo solo el 10% de las empresas las que tomaron esta medida. A medida que aumentaba el número de trabajadores cubiertos por el SMI, este porcentaje también aumentaba, alcanzando el 20%. La reducción de horas de trabajo y otros ajustes también fueron estrategias utilizadas por las empresas para hacer frente al aumento en los costos laborales.
Según el Índice de Costos Laborales Armonizados (ICLA), los costos de la fuerza laboral aumentaron en más del 20% desde el inicio del incremento en el SMI. Las empresas anticipan que las presiones inflacionarias continuarán en el corto plazo, y se espera que estos aumentos se reflejen en los costos laborales. Además, las empresas están cambiando su enfoque hacia la determinación de salarios ofrecidos en lugar de basarse en referencias del pasado.
En resumen, los aumentos en el SMI han tenido un impacto significativo en las empresas, que han tenido que ajustar sus márgenes, precios y estrategias comerciales para hacer frente a los mayores costos laborales. Los datos sugieren que los salarios continúan recuperando su poder adquisitivo, lo que refleja la evolución del mercado laboral en respuesta a los cambios en el SMI. Please rewrite this sentence.
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