Don Felipe y Doña Letizia llegaron en helicóptero a Cehegín, desde donde se trasladaron a la ciudad de Caravaca. Allí, el alcalde, José Francisco García, le entregó al rey la llave de la ciudad, la mayor distinción otorgada por la normativa municipal de honores y distinciones.
En el Ayuntamiento, los monarcas estuvieron acompañados por el Ministro de Transporte Sostenible y Movilidad, Óscar Puente, y el Presidente del Gobierno de Murcia, Fernando López Miras.
Luego, los reyes de España se dirigieron a la Basílica Real en La Vera Cruz, donde saludaron a miles de personas antes de ingresar al templo para participar en los actos de Lorca.
Una mujer del público le regaló a Doña Letizia un collar de oro con una cruz de Caravaca que ella se colocó al cuello.
Dentro de la Basílica Real, los Reyes pudieron contemplar el «Lignum Crucis de Vera Cruz», una reliquia venerada desde el siglo III.
Estuvieron presentes el Presidente de la Asamblea Regional, Alberto Martínez; la Delegada del Gobierno, Mariola Guevara; la Ministra de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes, Carmen María Conesa, y los miembros del Consejo Rector de La Vera Cruz.
Luego, la delegación se trasladó a la antigua Iglesia de la Compañía de Jesús, donde los monarcas pudieron del siglo XIX.
El Presidente del Gobierno de la Región de Murcia, Fernando López Miras, agradeció a los reyes su visita a Caravaca desde Cruz, en lo que él describió como «un día muy especial para toda la región».
«Don Felipe y Doña Letizia pudieron conocer por primera vez los excelentes datos del Año Jubilar y quedaron encantados de recibir a todos los vecinos y al Concejo Municipal», expresó el Jefe del Ejecutivo Autonómico.
También destacó que «los ciudadanos mostraron a los reyes el amor y afecto que toda la región de Murcia siempre ha sentido hacia la Corona, por lo que representa en la defensa de nuestros derechos, libertad y democracia».
El Presidente de la comunidad informó que, en nombre del Gobierno de la Región de Murcia, se ofreció a los reyes una copia original de la «Proclamación impresa de la Constitución de 1837», parte del «siglo del siglo en tegeo».
«Es una copia en la que la Reina Regente, María Cristina de Borbón, juró la Constitución de 1837 en nombre de su hija Isabel II», explicó López Miras. El grabado refleja la alegría de los constitucionalistas.
López Miras enfatizó que, aunque la constitución de 1837 tuvo una breve vigencia, «recogió aspectos muy importantes como la monarquía parlamentaria, el derecho a la libertad de expresión o la propiedad privada. Nadie mejor que los reyes para proteger lo consagrado».
Para Don Felipe, esta fue su cuarta visita a Caravaca desde Cruz, luego de haberlo hecho el 17 de enero de 2001 y el 18 de septiembre de 2003, ambas como Príncipe de Asturias.
Junto a la Sra. Letizia, Felipe VI visitó el municipio el 28 de noviembre de 2017. Durante la visita, tanto la basílica como la exposición ‘Signum, la gloria del Renacimiento en el reino de Murcia’, alojada en la antigua Iglesia de la Compañía de Jesús.
Por su parte, los reyes eméritos, Don Juan Carlos y la Sra. Sofía, visitaron la ciudad dos veces como Príncipes de España en 1974 y como monarcas en 1980.
Caravaca de la Cruz, ubicada en el noroeste de la Región de Murcia, celebra el «Jubileo en Perpetuo» desde el 9 de enero de 1998, cuando el Papa Juan Pablo II concedió la celebración de un año jubilar cada siete años perpetuamente, comenzando en 2003 y siendo el cuarto en 2024 desde entonces.
La ciudad, conocida por la reliquia de la Vera Cruz y su casco antiguo de origen medieval, es famosa por sus fiestas en honor a la Vera Cruz, que tienen lugar del 1 al 5 de mayo cada año y fueron declaradas de interés turístico internacional en 2004. En este contexto se celebra la Fiesta del Caballo del Vino, reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Desde el 7 de enero de 2024 hasta el 12 de enero de 2025, un promedio semanal de 4,000 peregrinos se acercó a la Basílica de la Cruz de Caravaca, según el Gobierno de la Región de Murcia.
Dos de cada tres visitantes provienen de esta comunidad autónoma, pero ha habido un notable crecimiento de peregrinos extranjeros que visitan la ciudad. En total, alrededor de 11,000 obtuvieron la «caravacensis», que exige recorrer al menos 50 kilómetros a pie o 100 en bicicleta.