CrossFit, entrenamiento de alta intensidad basado en ejercicios funcionales que han ganado una gran popularidad en los últimos años, mejora la resistencia, la potencia y la movilidad, pero su ejecución sin precauciones adecuadas puede provocar lesiones musculares o sobrecarga.
«CrossFit es un deporte exigente, que combina Hateterfilia, gimnasia y entrenamiento metabólico. Por lo tanto, es necesario practicarlo desde la técnica apropiada y la progresión controlada, para no aumentar el riesgo de enfermedades articulares y musculares, especialmente en el área lumbar, las rodillas y los hombros», explica Alexandra Wilson-Smith. Blua.
Por otro lado, la fatiga generada por la alta intensidad de los ejercicios a veces afecta la ejecución de los movimientos, lo que también aumenta la posibilidad de heridas.
«Es esencial respetar los tiempos de descanso, adaptar la capacitación al nivel de cada persona y dar prioridad a la calidad de la cantidad. El objetivo es optimizar el rendimiento y reducir el riego de los problemas de Musculos -esqueléticos», agrega.
En este contexto, los expertos en Sanitas recomiendan seguir una serie de pautas para practicar de manera segura:
– Entrenado bajo supervisión profesional: tener un entrenador certificado es esencial para recibir indicaciones precisas con respecto a la posición y ejecución de cada movimiento. De esta manera, las cargas y las repeticiones se pueden ajustar de acuerdo con la condición física de cada persona.
– Progreso gradual: comience con ejercicios básicos y aumenta progresivamente la intensidad permite que el cuerpo se adapte y fortalezca los grupos musculares involucrados. En este momento, es aconsejable comenzar con pesos ligeros y dominar la técnica antes de aumentar la dificultad de reducir el riesgo de heridas.
– Cuida la movilidad y la flexibilidad: realizar ejercicios de movilidad articular antes de entrenar y estirarse al final contribuye a las sobrecargas musculares. Por ejemplo, la incorporación de sesiones de yoga o pilates es recomendable para aumentar la flexibilidad y mitigar la rigidez muscular.
– Escuchar los signos del cuerpo: el dolor agudo o la fatiga extrema pueden ser signos de vigilancia o lesiones inminentes. En estos casos, es aconsejable reducir la intensidad o suspender la sesión para evitar grandes inconvenientes.
– Use el equipo apropiado: un calzado con buena estabilidad, cinta de muñeca y rodilla, ayuda a proteger las articulaciones durante ciertos ejercicios. Además, el uso de guantes es esencial para evitar ampollas y callos en las manos, especialmente en las primeras sesiones.
– Mantenga la hidratación y los alimentos adecuados: el consumo correcto de agua y una dieta equilibrada que garantiza suficientes proteínas y carbohidratos son importantes para facilitar la recuperación muscular y mejorar el rendimiento físico.
«Si, a pesar de cumplir con estas recomendaciones, la incomodidad persistente, es importante ir a un especialista en fisioterapia o medicina deportiva, ya sea en persona o a través de tuberías de video. Un experto en el campo hará un diagnóstico adecuado, identificando posibles desequilibrios musculares e aplicar estrategias que mejoran la seguridad y la eficiencia.