Loros grises capturados en España regresan a Congo.
La semana pasada, 34 loros grises viajaron desde España hasta nuestro Centro de Rehabilitación de Tchimpounga en Congo, para reintroducirlos en su hábitat natural como parte de un proyecto impulsado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO).
Los loros grises africanos (Psitaccus erithacus), también conocidos como yacos de cola roja, son las aves psitácidas más traficadas en el mundo debido a su gran demanda como mascotas. Su inteligencia, belleza y capacidad para imitar sonidos y voces los hacen vulnerables al tráfico ilegal, tanto que actualmente están clasificados como «en peligro de extinción» en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
La deforestación y la destrucción de su hábitat han llevado a un alarmante deterioro de la población de loros grises en los últimos años. Desde 2017, forman parte del Anexo I de la convención CITES, lo que prohíbe su tráfico internacional con fines comerciales.
En España, muchos loros grises viven ilegalmente en cautiverio como mascotas. En el marco de operaciones contra el tráfico ilegal de animales salvajes, el año pasado se tomó la medida de decomisar estos animales que vivían ilegalmente en casas particulares.
Los ejemplares incautados fueron trasladados a la Fundación para la Investigación en Etología y Biodiversidad (FIEB) y al centro de Rescate CITA para su rehabilitación con el objetivo final de reintroducirlos en su hábitat natural.
Antes de la repatriación, se realizaron pruebas genéticas, etológicas y veterinarias a los loros grises para evaluar su viabilidad de reintroducción y garantizar que su liberación no represente un riesgo para la población autóctona en Congo. Actualmente, 34 loros grises están siendo preparados para su reintroducción en la Reserva Natural de Tchimpounga.
El Centro de Rehabilitación de Tchimpounga ha recibido más de 140 ejemplares de loros grises africanos desde 2021, muchos de los cuales llegaron en malas condiciones físicas debido al contrabando. Algunos ya han sido devueltos a su hábitat natural, mientras que otros continúan en recuperación en instalaciones adecuadas.
Gracias a la colaboración entre la sociedad civil, organizaciones y administraciones públicas, se está logrando detectar y frenar el comercio ilegal de loros grises para protegerlos y evitar su extinción.
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