La UNRWA sin fondos para salarios fin de año
La directora ejecutiva del comité español de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), Raquel Martí, habló sobre la situación financiera complicada que enfrenta la entidad. Si no logran cerrar el déficit de 90 millones de dólares solo en gastos operativos antes de finales de 2024, no podrán seguir pagando salarios, compras de medicamentos o incluso electricidad para las escuelas que sigan funcionando, especialmente en Gaza.
«Las acusaciones de Israel apuntan a acabar con la mayor agencia humanitaria que existe actualmente en Oriente Medio y que sin ella la población refugiada de Palestina quedará a la deriva», expresó Martí en declaraciones a Europa Press durante su estancia en Ceuta con motivo de una conferencia.
A principios de año hicieron un llamamiento de 2.100 millones de dólares solo para la emergencia de Gaza. Hasta el momento, solo han recibido el 20 por ciento del monto solicitado. La situación es apremiante, insiste Martí, que niega que las acusaciones de Israel se basen en la neutralidad de la UNRWA.
El Director Ejecutivo asegura que la entidad cuenta con un informe elaborado tras la investigación de la neutralidad de la UNRWA, encargada por el Secretario General de Naciones Unidas. El estudio concluyó que la UNRWA tiene más procedimientos y herramientas de neutralidad que cualquier otra agencia de las Naciones Unidas.
«Israel cree que destruyendo la UNRWA está poniendo fin al problema de los refugiados palestinos, pero no es cierto. Los refugiados palestinos son refugiados no debido a la UNRWA, sino porque las Naciones Unidas los han reconocido como tales. Esta población no será eliminada del mapa porque la UNRWA está desapareciendo», dijo Martí pocas horas antes de comparecer en el salón de actos del Palacio Autónomo, durante un acto organizado por el partido local Ceuta Ya!
La agencia se ha encontrado en otras ocasiones en una situación financiera similar. Pasaron por periodos de cancelación de todos los pagos a proveedores, rogándoles que esperaran unos meses para conseguir financiación y llegaron incluso a solicitar préstamos a Naciones Unidas para seguir funcionando. También tuvieron que dejar de pagar salarios.
A pesar de no recibir sus salarios, los trabajadores de la UNRWA continuaron en sus puestos de trabajo, según Martí. «Tenemos el privilegio de trabajar con una población que está absolutamente consciente y seguirá trabajando con o sin remuneración», explicó.
El 99 por ciento del personal son refugiados palestinos, conscientes de que si no trabajan, ni la comida, ni la educación, ni la asistencia médica llegan a los campos de refugiados. «Trabajamos con la población más comprometida que una agencia de Naciones Unidas puede tener. Ese es mi mayor orgullo», admitió.
«Anímicamente estamos muy mal, la verdad. Es duro estar constantemente en una situación tan crítica y de extrema vulnerabilidad», resumió el director del comité español de la UNRWA. La baja del personal de la entidad asciende ya a 229. «Cada día que recibo información de mis compañeros es para decirme que han fallecido una o dos personas más», testificó Martí, quien «en los últimos tres días» recibió «tres comunicaciones» sobre la muerte de compañeros”.
«Gaza está devastada. Es un mar de escombros. No queda nada», afirmó Raquel Martí. Según ella, «en este momento hay 100.000 toneladas de alimentos al otro lado de los pasos fronterizos, esperando que Israel autorice la entrada». Garantizó que el Estado israelí ha reducido la entrada de ayuda humanitaria a pesar de que varias disposiciones de la Corte Internacional de Justicia le obligan a aumentarla.
«Si antes, hace unos meses, en febrero, cuando entraban 160 camiones por día, decíamos que era una cantidad ínfima, ahora entran una media de 13 camiones por día. La consecuencia, la hambruna en Gaza», expresó.
Para Martí «es fácil contar el número de muertos, el número de heridos, el número de hospitales atacados o el número de viviendas destruidas, pero es imposible describir el trauma que tiene toda la población y las cicatrices internas que deja esta situación. tiene. les dejará, especialmente todo el abandono que sienten por parte de la comunidad internacional.
Martí llama a los gobiernos a hacer «mucho más» para hacer efectivo el alto el fuego y el fin de la ocupación. Reconoció que UNRWA se siente apoyada y agradecida al Gobierno español, que incrementó significativamente la financiación y fue una de las primeras voces en alzar la voz para defender el trabajo de UNRWA.
Cree que ha habido una evolución en el apoyo al organismo a raíz de los informes, investigaciones de Naciones Unidas y las conclusiones que se han ido obteniendo, por la mayoría de administraciones, no solo en España, sino también a nivel internacional.
«Pedro Sánchez se alza como una de las voces que piden un alto el fuego, pide el respeto al derecho internacional humanitario», afirmó. Martí recordó que «Israel repite en el Líbano el mismo patrón que en Gaza» e incluso «fue más allá», «atacando los cuarteles de los cascos azules».
Si el conflicto termina, el director del comité español de la UNRWA recordó que la reconstrucción del territorio palestino requerirá tiempo. «Retirar los escombros de Gaza llevará 14 años. Hay miles de restos de explosivos sin detonar bajo los escombros. Se necesita personal especializado para retirarlos. Además, hay miles de cadáveres bajo los escombros», explicó.
En total, Gaza tiene actualmente, según Martí, 40 millones de toneladas de escombros». Se pregunta qué país se ofrecerá a recoger estos escombros sabiendo que llevan consigo veinte toneladas de amianto y otros materiales nocivos para la salud.
“Además, para limpiar los escombros, ¿qué hacemos con la población? La población regresa a las zonas donde cesan los bombardeos, entra en los edificios bombardeados, pero hay que demolerlos. ¿Dónde pondremos 2.200.000? ¿Pueblo de Gaza?», declaró. Raquel Martí espera «que todos los crímenes que se están cometiendo, de un lado y de otro, finalmente tengan consecuencias y paguen por ellas». Aunque consciente de que «las investigaciones judiciales son muy lentas», afirmó Confía en que surta efecto el llevado a cabo por el Tribunal Constitucional para el juicio de Sudáfrica contra el ‘genocidio’ de Israel contra Palestina.
Ha recordado «que la mayor parte de la información proporcionada a la Corte Internacional de Justicia proviene de informes de la UNRWA» y lamentó que la información proporcionada por la agencia sea constantemente cuestionada. «Nos tomó muchos meses tener imágenes y datos de todos estos ataques donde se masacra a la población para creernos», dijo.
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