La regulación del régimen interior, clave ante los apartamentos turísticos.
La principal herramienta de los vecinos en materia de alquileres turísticos se encuentra en el Reglamento de Régimen Interior, que regula la convivencia en cada comunidad y defiende los intereses del barrio. Según David Muñoz, los problemas en los apartamentos turísticos suelen surgir por ruido o vandalismo. Destacó la importancia de que la comunidad de propietarios tenga normas de régimen interior que regulen la convivencia entre vecinos.
En cuanto a qué hacer, lo primero que deben hacer los miembros de la comunidad de vecinos es saber si la vivienda en cuestión se encuentra en una situación normal, con las autorizaciones necesarias para utilizarla con fines vacacionales o turísticos. Si es un alquiler turístico legal, el siguiente paso es regular la convivencia del barrio mediante normativa interna, como sucede en los apartamentos de zonas turísticas.
La convivencia debería ser una norma para todos, pero en ocasiones no es así y por eso existen normas regulatorias por parte de la comunidad de propietarios para contener las acciones erráticas de los vecinos temporales. Muñoz opinó que falta regulación y que los propietarios deben sentarse a conversar y aprobar normas por mayoría entre vecinos, incluso antes de que lleguen las casas turísticas al edificio o comunidad.
Ante un cambio de modelo de alojamiento turístico, como la oferta de casas y apartamentos de uso turístico, algunos territorios autónomos como Aragón o la Comunidad Valenciana aprueban decretos para regular su uso. En La Rioja, se estableció una Modificación Específica de las Normas Urbanísticas para los apartamentos de uso turístico. Muñoz destacó que la regulación de este tipo de actividad es necesaria.
Desde 1964 se regula la cifra de alquileres vacacionales temporales, pero ahora con Internet es más fácil acceder a este tipo de alquileres. Las plataformas digitales han facilitado el acceso a este tipo de viviendas, lo cual ha llevado a un aumento de su uso. Muñoz señaló que el alquiler turístico se ha convertido en una actividad más, impulsada por la situación económica y las necesidades del mercado, pero que eventualmente podría declinar con la aparición de otros sectores.
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