La prisión de Zaballa contrata 32 temporales para cubrir bajas
La prisión de Zaballa, en Álava, va a incorporar 32 trabajadores interinos, diez este viernes y 22 a partir del próximo lunes, para restablecer la normalidad en el centro después de la suspensión de servicios básicos a los detenidos debido a un aumento de incapacidades laborales entre los trabajadores desde el 4 de diciembre. Actualmente, se espera reanudar el contacto directo entre los presos y sus familiares y amigos, y en caso de que no sea posible, se proporcionarán tabletas.
El director del Centro Penitenciario de Zaballa, Benito Aguirre, informó en la sede del Gobierno Vasco en Vitoria-Gasteiz sobre la situación en la que se ha visto afectado el centro penitenciario de Araba (Zaballa) debido al aumento de incapacidades laborales, que ha obligado a suspender servicios básicos y afectar los derechos fundamentales de la población penitenciaria de aproximadamente 840 personas, atendida por 200 trabajadores del servicio penitenciario interno.
El Juzgado de Guardia de Álava investiga, a solicitud del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao, si se está produciendo una huelga encubierta en el centro penitenciario y si se han cometido posibles delitos.
Según Aguirre, los servicios suspendidos están relacionados con actividades de tratamiento en áreas como educación, formación, cultura y ocio. La prioridad es recuperar estos servicios lo antes posible, priorizando la seguridad de las personas, el acceso al trabajo para que los presos tengan ingresos económicos y garantizar el contacto directo con sus seres queridos.
Aguirre explicó que los talleres se suspendieron por un solo día durante esta crisis, y el Departamento de Justicia activó la incorporación de interinos, comenzando con diez este viernes y sumando 22 más el lunes. Reconoció que la calidad del servicio se verá afectada por la menor cantidad de personal y su poca experiencia, pero confía en que con el apoyo de los trabajadores actuales y los que se sumen, el servicio continuará.
El director de Zaballa aclaró que el conflicto laboral no se maneja dentro del centro penitenciario y que los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria deben velar por los derechos de la población interna en el centro.
Aguirre reconoció la labor de los trabajadores desde que Euskadi asumió el traslado de los centros penitenciarios, gestionando una nueva situación en la que la realidad de Álava ha cambiado cuantitativa y cualitativamente.
Destacó que la población interna ha aumentado debido al esfuerzo de la administración vasca por permitir que personas con vínculos con el País Vasco cumplan condena en la región. Los trabajadores han tenido que redoblar esfuerzos y ampliar sus jornadas laborales, lo que demuestra su responsabilidad y capacidad.
Aguirre enfatizó la calificación y el desafío del trabajo penitenciario, reconociendo algunos incidentes de seguridad que se resolvieron gracias a la profesionalidad y valentía de los trabajadores.
Se ha informado a la población sobre la situación en el centro desde el 4 de diciembre, y se han distribuido tabletas para facilitar la comunicación con los familiares, especialmente en situaciones donde las visitas presenciales no son posibles.
Las tabletas son una herramienta común en el centro penitenciario y se proporcionan a los presos cuyos familiares en el extranjero tienen dificultades para comunicarse de manera tradicional.
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