La Knesset da el primer paso para prohibir la apertura de embajadas y consulados en Jerusalén Este
La sesión plenaria del Parlamento israelí ha aprobado preliminarmente un proyecto de ley que prohibiría la apertura de misiones diplomáticas extranjeras en Jerusalén, incluida Jerusalén Este, para servir a la población palestina, en medio de un renovado impulso internacional para el reconocimiento del Estado de Palestina.
La votación del proyecto de modificación de la Ley Fundamental terminó con 18 votos a favor y siete en contra, por lo que será trasladado a la Comisión de Constitución, Derecho y Justicia para su consideración. Se necesitarían tres votos más para su aprobación final, según un comunicado publicado por la Knesset en su sitio web.
El texto afirma que la posible apertura de estas misiones diplomáticas «podría socavar la soberanía de Israel en Jerusalén» y señala que «la norma y la práctica mundial del derecho internacional, incluida la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, establece que una misión diplomática no puede prestar servicios a residentes de terceros estados o entidades sin el permiso del estado en el que operan».
En Israel, ningún gobierno ha dado permiso para abrir ninguna misión de una entidad extranjera que no tenga la intención de servir a sus residentes o a los residentes de Israel. La enmienda propuesta fue presentada por los diputados Zeev Elkin y Dan Illouz, quienes argumentaron que el texto busca «bloquear herméticamente» la posibilidad de que los países abran embajadas para Palestina en Jerusalén Este.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, ha amenazado con cerrar el consulado español si el Gobierno de Pedro Sánchez no cumple la prohibición de prestar servicios a los palestinos, como parte de las medidas impuestas por las autoridades israelíes tras el reconocimiento por parte de España del Estado de Palestina.
Después de la votación, Hamas calificó la medida de «comportamiento sionista vengativo» y «un intento de judaizar la Ciudad Santa y de negar y eliminar la identidad nacional de los palestinos». El estatus de Jerusalén sigue siendo uno de los principales puntos de discordia antes de un posible acuerdo de paz y se considera una cuestión de estatus final.
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