La comunidad comienza el proceso para declarar el «bando panocho» como patrimonio cultural inmaterial.
El Ministerio de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, ha comenzado el proceso para declarar al bando panocho como un bien cultural inmaterial, en respuesta a la solicitud presentada por Juan José Navarro Avilés, vicepresidente de la Asociación Cultural L’ Ajuntaera y cronista oficial de El Esparragal, con el apoyo de la Federación Peñas Huertanas.
La concejala Carmen Conesa recordó que, según la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, este incluye los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades reconocen como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial es transmitido de generación en generación y recreado por las comunidades en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, inculcándoles un sentido de identidad y continuidad.
Dentro de este ámbito se encuentra el bando panocho, una composición literaria en lengua de la Huerta de Murcia, en romance octosilábico, recitada y publicada desde mediados del siglo XIX con motivo del Bando de la Huerta. Este fenómeno popular, antiguo y extendido en muchos municipios de la Región de Murcia, merece ser preservado, estudiado y difundido.
El vicepresidente de la Asociación Cultural L’Ajuntaera y cronista oficial de El Esparragal, Juan José Navarro Avilés, explicó que el panocho es el discurso de la huerta murciana, y no debe confundirse con el dialecto murciano, ya que el panocho es solo su variedad huertana. Desde su origen en 1851 con el desfile del Bando de la Huerta, el bando panocho ha sido parte importante de la cultura de la región.
El bando panocho es un legado tanto literario como lingüístico y etnográfico de la región, reflejando las costumbres y el habla de la gente de Murcia y su huerta. Es una composición única que ha perdurado en el tiempo y merece ser preservada para las futuras generaciones.
FUENTE