La cirugía conservadora más radioterapia en el cáncer de mama ofrece mejores resultados que la mastectomía
El cirujano del Hospital Universitario La Paz de Madrid, José Ignacio Sánchez Méndez, señaló que cada vez hay más datos en la cirugía del cáncer de mama que demuestran que la cirugía conservadora más radioterapia da mejores resultados para las pacientes que una mastectomía (extirpación completa de la mama).
Así lo afirmó la experta durante la Revisión Anual de Avances en Cáncer de Mama del GEICAM (RAGMA), organizada por el Grupo de Investigación en Cáncer de Mama del GEICAM, que tuvo lugar este jueves en Madrid. «En este tipo de cirugías se puede decir que menos es más y mejor», enfatizó Sánchez.
«Muchos procedimientos quirúrgicos no aportan nada, podemos realizar cirugías que no benefician a las pacientes. Debemos transmitir que la mastectomía no es una verdad para todas las pacientes, no podemos aplicarla a la población general. Los últimos avances han demostrado que la cirugía conservadora además la radioterapia siempre es mejor que la mastectomía», defendió el experto, quien añadió que este tipo de actuaciones «mejoran la calidad de vida de las pacientes».
Además, Sánchez detalló que nuevas investigaciones indican que no es necesario completar la disección axilar cuando están afectados menos de tres ganglios centinela, en escenarios que están subrepresentados o no contemplados en esta, como la mastectomía o la infiltración perigangliónica.
La inteligencia artificial (IA) identificó como positivos el 99,3% de los cánceres de mama detectados mediante cribado, según un estudio noruego presentado durante RAGMA.
Se trata de un estudio realizado en Noruega con 661.695 exámenes de mamografía digital realizados a 242.629 mujeres; el conjunto de datos incluyó 3.807 cánceres de mama detectados mediante detección y 1.110 cánceres de mama de intervalo, aquellos que se diagnostican entre una mamografía de detección que parece normal y la siguiente mamografía.
«Cuando las pruebas realizadas se dividieron en dos y la IA utilizó el 50 por ciento como umbral para puntuaciones bajas versus puntuaciones altas, el 99,3 por ciento de los tumores de mama detectados mediante detección (3.781 de 3.807) se identificaron como positivos y el 85,2 por ciento del rango. cánceres de mama (946 de 1.110; por otro lado, el 17 por ciento de los resultados falsos positivos (2.725 de 16.040) se consideraron negativos», explicó el estudio durante la reunión.
Además, el uso de IA en las mamografías puede conducir a una detección más temprana del cáncer de mama. Para Hofvind, gracias a estos avances, se espera que la IA pronto permita personalizar los cribados, pero se necesitan más estudios que aporten la evidencia necesaria para implementarlos de forma segura.
«Además, debemos mantener las habilidades de interpretación de los radiólogos y establecer puntos de referencia para monitorear el efecto del uso de la IA como apoyo a la toma de decisiones, como lector independiente o para clasificar a las mujeres según su puntuación de riesgo», enfatizó el investigador.
La profesora de Epidemiología del Instituto de Investigación del Cáncer y del Imperial College de Londres, Montserrat García-Closas, analiza en RAGMA recientes estudios a muy gran escala que permiten conocer con mucha más precisión que antes el riesgo de desarrollar cáncer de mama en mujeres con alto riesgo. Mutaciones genéticas: como BRCA1 y BRCA2.
Estos estudios identifican genes adicionales con mutaciones de alto riesgo, por lo que representan una mejora significativa en el asesoramiento sobre riesgos para mujeres con cáncer hereditario.
«Ahora sabemos con mucha mayor precisión cuáles son los riesgos de estas mutaciones y también hemos podido confirmar genes que no son seguros», apunta García-Closas.
También habló sobre la puntuación de riesgo poligénico (PRS), que puede mejorar la capacidad de predecir el riesgo de cáncer de mama, especialmente cuando se combina con factores de riesgo tradicionales como antecedentes familiares, factores hormonales y reproductivos y densidad mamaria en una mamografía.
Por lo tanto, la PRS podría conducir a programas de detección personalizados basados en el riesgo en lugar de depender únicamente de pautas basadas en la edad. «Actualmente, ensayos clínicos como WISDOM en EE. UU. y MY-PEBS en Europa están evaluando los beneficios prácticos, los costos y la efectividad del uso de índices de riesgo poligénicos para mejorar la cuantificación del riesgo individual, y se esperan resultados en los próximos cinco años», él dijo. establecido.
La identificación temprana de personas con mayor riesgo de cáncer de mama hereditario permite intervenciones específicas, que pueden incluir exámenes de detección más frecuentes y tempranos, cirugía preventiva y medicamentos para reducir el riesgo. Estas medidas pueden ayudar a mejorar significativamente las tasas de supervivencia.
Además, la identificación e intervención tempranas conducirían a ahorros económicos a largo plazo al reducir la necesidad de tratamientos costosos asociados con el cáncer avanzado y sus complicaciones.
Las distintas sesiones de RAGMA abordan aspectos relevantes en el abordaje del cáncer de mama, así como aportaciones del propio Grupo. «Por ejemplo, los estudios GEICAM nos permitieron distinguir qué subgrupo de pacientes triple negativos realmente se benefician del tratamiento con capecitabina, lo que supone un paso más hacia la individualización de la medicina», explica el coordinador José Enrique Alés Martínez.
Otros avances en este sentido han sido la incorporación de agentes que tienen acción preferente en pacientes con tumores con alteraciones específicas, como inavolisib para mutaciones en PIK3CA o elacestrant para mutaciones en ESR1. Algunas lecciones son más sutiles, por ejemplo, a medida que se acumulan datos sobre subgrupos menos comunes de pacientes con o en riesgo de desarrollar cáncer de mama, los verdaderos riesgos de las poblaciones pueden establecerse mejor y, en el futuro, a nivel individual, explica. Dr. Alés. Por ejemplo, ahora se estima que el riesgo real de desarrollar cáncer de mama para las portadoras de mutaciones patógenas en BRCA2 es entre un 15 y un 20% menor de lo que se pensaba anteriormente.
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