La carga viral del VHB y el riesgo de cáncer de hígado.
Un nuevo modelo de predicción de riesgos, el REACH-B revisado, ha demostrado mayor precisión y fiabilidad que un modelo anterior a la hora de predecir el riesgo de carcinoma hepatocelular o cáncer de hígado, proporcionando una mejor estratificación del riesgo para los pacientes. Según los investigadores, esta herramienta podría permitir a los médicos predecir y evaluar mejor el riesgo de cáncer de hígado en pacientes no cirróticos con virus de la hepatitis B crónica (HBC) que no cumplen con los criterios actuales para el tratamiento antiviral. El estudio se publica en Annals of Internal Medicine.
Investigadores del Centro Médico Asan de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ulsan, Seúl (República de Corea), desarrollaron y validaron externamente un nuevo modelo de predicción de riesgos utilizando características clave del paciente, como edad, sexo, recuento de plaquetas, nivel de azúcar en sangre y positividad de HBeAg. Descubrieron que el modelo demostró una precisión y confiabilidad superiores en la predicción del riesgo de CHC en comparación con el modelo REACH-B anterior. En particular, se confirmó que los pacientes con una carga viral moderada de aproximadamente 6 log10 UI/ml tenían mayor riesgo de CHC. En comparación con los pacientes con una carga viral baja (=3 log10 UI/ml), aquellos con una carga viral moderada enfrentaron un riesgo 8,4 veces mayor de cáncer de hígado en la cohorte de validación.
Un estudio de cohorte multinacional de más de 14.000 pacientes adultos no cirróticos sin tratamiento previo con infección crónica por hepatitis B (VHB) reveló una correlación no lineal significativa entre la carga viral inicial de la hepatitis B (VHB) y el riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino. En particular, los pacientes con una carga viral moderada de aproximadamente 6 log 10 UI/ml tenían el mayor riesgo de CHC.
Según los autores, este estudio destaca la importancia de revisar las pautas de tratamiento, ya que aquellos con cargas virales moderadas pueden beneficiarse de un manejo proactivo para reducir el riesgo de cáncer de hígado.
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