Irán ataca a Israel en venganza por Nasrallah y Haniyeh
Israel ha dado por finalizado el ataque después de una hora de demoliciones y explosiones.
El martes, Israel sufrió el segundo gran ataque directo de Irán en meses, un bombardeo masivo con cohetes que la Guardia Revolucionaria de Irán justificó como represalia por el asesinato en julio en Teherán del entonces líder de Hamas, Ismail Haniyeh, y la muerte, el viernes pasado, en Beirut, del principal líder de Hezbollah, Hasan Nasrallah.
Desde la muerte de Haniye, autoridades iraníes clave han advertido que se reservan el derecho de responder. No en vano, a mediados de abril la Guardia Revolucionaria ya llevó a cabo otro ataque con misiles y drones en represalia por un bombardeo israelí al consulado iraní en Damasco.
Por tanto, la posibilidad de una réplica de este ataque estaba sobre la mesa, pero no fue hasta este martes que los acontecimientos se aceleraron, en unas pocas horas. El gobierno de Estados Unidos fue el primero en dar la alarma sobre un ataque «inminente», y menos de tres horas después, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que ya había comenzado.
Se activaron entonces las alertas en todo Israel, con un llamado expreso a la población a acudir a refugios ante la inminente llegada de los proyectiles. En la hora siguiente, estos cohetes se hicieron visibles en el cielo sobre las principales ciudades, algunos de los cuales fueron derribados por la Cúpula de Hierro, el sistema de defensa aérea israelí.
El presidente estadounidense, Joe Biden, también ordenó a su ejército que ayudara en las demoliciones, según la Casa Blanca, mientras se tomaban precauciones extremas en toda la región contra posibles consecuencias. Jordania e Irak ordenaron el cierre de sus respectivos espacios aéreos, mientras que en Israel también se paralizaron todos los aterrizajes y despegues.
El portavoz de las FDI, Daniel Hagari, explicó en un primer mensaje tras el fin de la amenaza que no tienen pruebas de daños corporales, y que el servicio de ambulancias Magen David Adom sólo tiene conocimiento de heridas leves atribuidas al impacto de metralla o caídas mientras la población apuraba a los refugios para protegerse.
Del lado de Irán, la Guardia Revolucionaria se atribuyó la responsabilidad, confirmando que fue en represalia por la muerte de Haniyeh de Nasrallah y del comandante iraní Abbas Nilfroushan, quien murió el viernes pasado en el mismo ataque que el líder de Hezbollah.
Los medios estatales iraníes mostraron imágenes de reuniones en las calles de Teherán y otras ciudades de todo el país, mientras que los medios libaneses también informaron fotos de aparentes celebraciones en el sur de Beirut, el principal bastión de Hezbollah.
La Guardia Revolucionaria ha advertido que si el «régimen sionista» responde a las acciones de Teherán, que considera conformes al derecho internacional, se enfrentará a «ataques aplastantes» como represalia. Una advertencia que también repitió la misión de Irán ante las Naciones Unidas: «Se aconseja a los Estados regionales y a los partidarios sionistas que se distancien del régimen».
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