Los escritores Rosa Montero y Fernando Aramburu participaron en la inauguración del Salón Literario de la 38° edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2024. «Venimos de padres que trabajaron para darnos una vida mejor y sabían que la cultura podía sacarnos del destino de trabajadores con un horizonte muy estrecho», dijo Aramburu en el evento.
En esta conversación entre Montero y Aramburu, propuesta por España como País de Honor, estuvo presente el ministro de Cultura de España, Ernest Urtasun.
La escritora recordó la primera vez que participó en la FIL, en la segunda edición. «La feria era niña y crecimos juntos», afirmó el autor, para quien la FIL Guadalajara es «la más importante del mundo».
En sus palabras, también recordó que la lectura fue un hábito que adoptó desde sus primeros años. «La lectura apareció muy temprano en mi vida, desde los 3 años mi madre me enseñó antes de ir a la escuela. Después estuve de 5 a 9 años sin ir a la escuela debido a una enfermedad, y fue entonces cuando comencé a escribir», agregó.
Por su parte, Aramburu señaló que los dos autores procedían de padres que trabajaron para darles una vida mejor y sabían que la cultura podía «sacarlos» de la suerte de trabajadores con un «horizonte muy estrecho».
Al finalizar el evento, ambos escritores recibieron la Medalla Carlos Fuentes de manos de Silvia Lemus, la esposa de Fuentes.
Entre las actividades destacadas de la programación literaria en el pabellón español se encuentra «Caminos del Tiempo» con María Dueñas y Santiago Posteguillo, un encuentro en el que ambos autores analizaron la relación entre narrativa histórica y ficción, una fórmula que «funcionó» a lo largo del tiempo.
En «Los encuentros (y desencuentros) de María Zambrano y Alfonso Reyes», Adolfo Castañón y Mercedes Gómez Blesa hablaron de la relación epistolar que María Zambrano y Alfonso Reyes mantuvieron entre 1939 y 1959.
Finalmente, dentro de las actividades profesionales, Acción Cultural Española destacó la charla «Viajes de ida y vuelta de agentes literarios y una conmemoración de Antonia Kerrigan», en la que se analizó para el lector la figura casi desconocida de la agente.