En 2025, los propietarios de bienes raíces en Francia enfrentarán una situación fiscal sin precedentes. Los impuestos a la tierra se transforman, integrando elementos más significativos externos, como balcones y terrazas. Este cambio resulta en costos adicionales para millones de personas con propiedades con adicciones externas. Analicemos en profundidad los nuevos impuestos sobre las terrazas 2025 y sus repercusiones para su presupuesto.
Todos los propietarios de la propiedad en Francia deben pagar el impuesto a la propiedad. A diferencia de otros impuestos locales, esta cantidad sigue siendo responsabilidad del propietario, incluso si se alquila la propiedad. La base para calcular este impuesto se basa esencialmente en un valor de alquiler catastral, que es una estimación de la renta anual que la propiedad podría generar.
A partir de 2025, se aplicará una revaluación de 1.7% de los valores de alquiler catastral, una consecuencia directa de la inflación. Este aumento se aplicará uniformemente a nivel nacional y se agregará a cualquier aumento en la tasa decidida por los municipios. Esta combinación representa una presión financiera adicional para los propietarios, en un contexto en el que los aumentos se han convertido en una tendencia recurrente en los últimos años.
Los municipios, a menudo confrontados con el aumento de los presupuestos, usan fácilmente este impuesto para ajustar sus cuentas. En algunas regiones, las tasas de impuestos a la propiedad han aumentado impresionantes, a veces superando el 15% en un solo año. Esta situación es penalizada en particular para los propietarios de bienes raíces equipados con espacios al aire libre, que creen que esto crece más.
Sin embargo, existen posibilidades de exención y reducción para ciertos propietarios. Las personas mayores de 75 años, aquellos con discapacidades o hogares con ingresos modestos pueden beneficiarse del desglose. Las exenciones temporales también están disponibles para casas nuevas, generalmente por un período de dos años, sujeto al cumplimiento de criterios específicos.
Un aspecto a menudo ignorado por muchos propietarios es que las terrazas y los balcones ahora se consideran en el cálculo del impuesto a la propiedad. Estos espacios exteriores, cuando se definen como adicciones fijas, conducen a un aumento en el valor catastral de la propiedad y, por lo tanto, a un aumento en el impuesto a pagar. Para ser considerados como tales, estos desarrollos deben ser permanentes y requieren la eliminación de obras de demolición.
Las características de estos espacios exteriores juegan un papel clave en la evaluación fiscal. Una terraza espaciosa, con arreglos cuidadosos, como alta cobertura, equipos integrados o un pérgolo fijo, será más apreciada que un balcón ordinario, sin una apariencia adicional. Las administraciones fiscales consideran el área, la calidad de los materiales e instalaciones presentes durante el cálculo del valor catastral global.
Debe mencionarse que la aplicación de estas nuevas disposiciones varía de un municipio a otro. Algunos municipios adoptan un enfoque riguroso mediante la inclusión sistemática de estos elementos en sus evaluaciones, mientras que otros son flexibles. Esta variabilidad puede hacer el pronóstico del complejo de impacto fiscal para los propietarios, especialmente para aquellos que compran nuevos productos.
Además, las pruebas adicionales, como el impuesto sobre la eliminación de los desechos domésticos (theom) o el impuesto geapio dedicado a la gestión de los medios acuáticos, a menudo se suman al impuesto a la propiedad. Estos impuestos, que se calculan sobre la misma base, aumentan la carga fiscal general de los propietarios.
Para lidiar con este aumento en los impuestos, los propietarios pueden considerar varias estrategias para mitigar el impacto de los impuestos en las terrazas. El primero es diseñar arreglos externos temporales. Las instalaciones modulares que se pueden desmontar fácilmente no se tendrán en cuenta en la evaluación catastral, lo que permite aprovechar un espacio al aire libre, sin sopesar los impuestos.
Si cree que el valor catastral asociado con su propiedad es demasiado alto, especialmente en términos de sus espacios al aire libre, puede desafiar esta evaluación con la administración fiscal. Este procedimiento requiere la recopilación de un archivo sólido, idealmente acompañado de datos comparativos relevantes y debe enviarse al centro de impuestos terrestres relevante.
Antes de comenzar la actividad del desarrollo externo, puede ser cauteloso conocer las consecuencias fiscales de estos proyectos. Los servicios de planificación urbana o un consejero fiscal calificado pueden proporcionar aclaraciones sobre las implicaciones fiscales de sus proyectos, lo que permite evitar sorpresas desagradables cuando recibe el aviso fiscal.
El aumento de los impuestos inmobiliarios también tiene sucursales en el mercado inmobiliario. La rentabilidad de los bienes de alquiler disminuye en proporción al aumento de los impuestos fiscales, lo que podría desanimar a ciertos inversores a comprar. Los propietarios ahora consideran más estos elementos fiscales en las decisiones de adquisición o venta, lo que resulta en una evolución de la dinámica en el mercado inmobiliario francés.