Herramienta respaldada por la ciencia climática y ambiental

Herramienta respaldada por la ciencia climática y ambiental

La taxonomía ambiental es un sistema de clasificación cuyo objetivo es aclarar y clasificar qué inversiones y actividades económicas son sostenibles en el contexto del Pacto Verde Europeo. Este ejercicio establece seis objetivos medioambientales:

  • Mitigación del cambio climático
  • Adaptación al cambio climático
  • Uso sostenible y protección del agua y los recursos marinos
  • La transición a una economía circular
  • Prevención y control de la contaminación.
  • Protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas.

La clasificación de actividades económicas sostenibles puede que ahora quede más claro. El Taxonomía independiente basada en la ciencia (ISBT) proporciona a las empresas, instituciones financieras y otras partes interesadas una herramienta gratuita que clasifica las actividades económicas, garantizando que estén totalmente respaldadas por las ciencias climáticas y ambientales.

Las taxonomías de las finanzas sostenibles deberían proporcionar un lenguaje con base científica para clasificar empresas e inversiones. Con un sistema de clasificación claro, las instituciones financieras pueden tomar decisiones informadas sobre dónde invertir su dinero y los formuladores de políticas pueden desarrollar regulaciones que fomenten prácticas verdaderamente sostenibles.

La moción a favor de taxonomías financieras sostenibles adquirió poder en todo el mundo. Más de 60 jurisdicciones están desarrollando taxonomías, lo que refleja un consenso sobre la necesidad de estándares claros para actividades económicas sostenibles. En todo caso, las taxonomías existentes pueden verse influenciadas por consideraciones políticas o grupos de presión empresarial, llevando a la inclusión de actividades que no son del todo sostenibles, o incluso permitiendo el greenwashing.

Ejemplos de esto se ven claramente en la Taxonomía de la UE. Un ejemplo bien conocido es la consideración de que las plantas de gas y nucleares son sostenibles, una decisión que llevó a varias organizaciones ambientalistas a presentar una demanda contra la Comisión Europea ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.

FUENTE

nuevaprensa.info

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